Jujuy: 7 lugares imperdibles para visitar en la provincia norteña

Visitar el norte argentino es realmente un viaje de ida. No solo por los lugares asombrosos que invitan a caminarlos y tomar las fotografías más espectaculares sin tanta tecnología, porque el paisaje se encarga de hacerlo todo.

Y eso es lo que pasa en Jujuy, una provincia riquísima en cultura, historia y postales que quedarán para siempre grabadas en la retina y el corazón de quienes la visiten.

Si ya estuviste ahí, seguro lo entenderás. Y si aún no lo hiciste, es una excelente oportunidad para tenerla en cuenta al momento de decidir tus vacaciones de verano…o de invierno.

Tilcara

Es una de las ciudades jujeñas más elegidas y visitadas por turistas de todo el mundo.

Su corazón se encuentra en la Plaza principal donde cada día artesanos del lugar exponen sus trabajos minuciosos y dedicados que se convierten en souvenirs del turismo.

Los barcitos y locales que rodean la plaza, tienen su magia especial. De día son simples pasajes de los visitantes que salen a recorrer las callecitas tilcareñas en busca de lugares para conocer; y de noche la música en vivo y los exquisitos platos se preparan para sorprender y deleitar los variados oídos y paladares de los turistas.

Fachada tradicional de una casona tilcareña. Foto: Revista Milénica

El Pucará de Tilcara es un importante ícono para visitar en la ciudad. Es una fortaleza construida por los tilcaras, una parcialidad de los omaguacas, en un punto estratégico sobre la Quebrada de Humahuaca. Se encuentra a 1 kilómetro al sur de la ciudad de Tilcara, sobre un morro, a 80 metros de altura, junto a la confluencia del Río Guasamayo y el Río Grande. Fue un lugar para defenderse de los ataques. Por un lado, la defienden los acantilados sobre el Río Grande y por el otro, las ásperas laderas.

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Desde el Pucará. Foto: Revista Milénica

Otro lugar imperdible es la maravillosa Garganta del Diablo. Un gran cañón formado por el movimiento de las placas tectónicas, que culmina en una poderosa cascada natural. Saliendo desde la iglesia del pueblo hacia los cerros, por un sendero bien señalizado, se tarda una hora y media en llegar. Gorro, agua y protector solar no pueden faltar en esta caminata donde el sol quema más que nunca.

La maravillosa Garganta del Diablo. Foto: Revista Milénica

Para descansar hay variedad de opciones como campings, hostel, hoteles y cabañas. Para todos los gustos.

Purmamarca

La magia de este lugar es algo inexplicable.

Famoso por su Cerro de los sietes colores, es un pueblo que se ubica a unos kilómetros antes de llegar a Tilcara.

El Cerro de los Siete Colores de fondo. Foto: Revista Milénica

Callecitas de tierra y construcciones coloniales, hacen de Purmamarca un paseo inevitable al momento de recorrer Jujuy.

El camino de los artesanos comienza en la entrada y bordea la plaza principal, frente a la cual se encuentra la Iglesia Santa Rosa de Lima, declarada Monumento Histórico Nacional.

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El camino de los artesanos en Purmamarca. Foto: Revista Milénica

Nada como caminar por el Paseo de los Colorados, un sendero rodeado de montañas de tierra roja que envuelven el pueblo entre impresionantes paisajes.

En Purmamarca nace la Cuesta de lipán. Se trata de un tramo empinado de la Ruta Nacional 52 que alcanza su tope en el Abra de Potrerillos a 4.170 metros de altura, desde donde la RN52 continúa por las Salinas Grandes hacia el Paso de Jama. La vista es inexplicable y pasar entre medio de las nubes es una experiencia única.

La mejor vista de Purmamarca. Foto: Revista Milénica

Salinas grandes

Si se trata de maravillas naturales, este rincón argentino alcanza tranquilamente uno de los primeros puestos.

Otra belleza que ofrece la provincia de Jujuy y que es inevitable visitar si andás viajando por ahí. Muy cerca del paso fronterizo de Jama que limita con Chile, este enorme desierto de sal asombra con todo su esplendor.

Hexágonos casi perfectos encajan como piezas de un rompecabezas sin fin. Es el tercer salar más grande de Sudamérica, después del imponente Uyuni y Arizaro en Salta.

Agua, anteojos de sol, protector solar y calzado liviano son los infaltables antes de emprender viaje a las Salinas Grandes. Si vas por tu cuenta, no te olvides de cargar antes combustible, ya que durante varios kilómetros no vas a encontrar estación de servicio que te salve. Y si pensás quedarte un buen rato, podés llevar algo de comida, o disfrutar de algún plato típico en el restaurante que se encuentra en el ingreso al salar.

Detenerse a observar las artesanías en sal hechas por artesanos del lugar, es también parte del paisaje. Aunque si pensás llevarlas como souvenir, te recomendamos que las dejes siempre en lugares frescos y secos, sino la pobre llama se transformará en un charco de agua en poco tiempo.

Cómo llegar: Desde La Quiaca, Humahuaca, Tilcara y San Salvador de Jujuy, se puede ir por la RN 9 hasta el cruce de Purmamarca, luego la RN 52 por la Cuesta de Lipán hasta el Abra de Potrerillo.

Humahuaca

Es la última ciudad turística de la Quebrada, ubicada a 3000 metros de altura y al límite con la provincia de Salta.

Humahuaca tiene, sin dudas, un encano especial. Pasear por sus angostas callecitas de adoquines y aberturas antiguas, da la sensación de estar viajando a otra época. Basta con imaginarse los caballos y carruajes que transitaban por ahí hace más de 200 años para adentrarse en la historia de esta pintoresca y conservada ciudad.

En la plaza central del pueblo se encuentra la Iglesia Catedral Nuestra Señora de la Candelaria donde se destacan las imágenes de los patronos de la ciudad: San Antonio y la Virgen de la Candelaria.

Otro de los atractivos es el Monumento a los Héroes de la Independencia, construido por el artista Ernesto Soto Avendaño para conmemorar a los pobladores del norte que lucharon en la guerra por la independencia. El monumento está compuesto por una larga escalinata de piedras que culmina en el grupo escultórico de bronce.  También se puede observar la Torre Santa Bárbara, una construcción de adobe que fue un oratorio de la época colonial.

Subir las escaleras hasta el monumento requiere de un poco de esfuerzo, pero la recompensa que brinda la vista panorámica del pueblo, es inexplicable.

El Hornocal

Si pensabas que el Cerro de los Siete Colores en Purmamarca era la montaña más increíble de la zona, tenemos que decirte que El Hornocal duplica su gama, aunque algunos aseguran que llega a las 33 tonalidades.

Ubicado a solo 40 minutos de Humahuaca, este atractivo natural recibe cada año a miles de turistas de todo el mundo que llegan para disfrutar de una de las más hermosas vistas en la Quebrada.

Se trata de una formación sedimentaria estratificada conformada por la formación Yacoraite (una caliza de colores ocre, amarillo, verde, blanquecino donde el hierro no logró oxidarse), de fines del tiempo Cretácico cuando vivían los últimos dinosaurios, hace 75 millones de años. Esta caliza está delimitada por otras formaciones sedimentarias bien oxidadas, de color rojo intenso, que provocan el impresionante contraste.

Tiene una altura de 4761 metros sobre el nivel del mar, por eso en su ascenso se recomienda hacerlo lento y si es posible hacer unas paradas intermedias para que el cuerpo se aclimate y no se sufra de mareos. Otra opción es hacerlo en una de las combis que salen desde el centro humahuaqueño cada vez que completan su capacidad. El costo por persona es muy accesible y se abona directamente a sus conductores.

Uquía

Es un pequeño pueblito de alrededor de 500 habitantes que se encuentra sobre la Ruta Nacional 9, a 12 kilómetros de Humahuaca y a 26 de Tilcara.

Para la mayoría de los turistas es solo un lugar de paso, donde se consiguen las artesanías más baratas de toda la zona, como productos realizados en arcilla como fuentes, ollas, jarrones, tazas y platos.

Pero si te da intriga y tenés un rato para recorrerlo antes de seguir viaje, hay varios lugarcitos interesantes para conocer.

La Iglesia San Francisco de Paula es uno de sus principales atractivos. Fue construida en el año 1691 y conserva la arquitectura original en un estilo similar a las otras iglesias de la Quebrada y La Puna.

También se puede apreciar la estación abandonada del Ferrocarril Belgrano y, para los amantes del trekking, el recorrido por la Quebrada de las Señoritas es una buena opción.

La Quiaca

Si bien es un lugar de paso por ser frontera entre Argentina y Bolivia, tiene varios atractivos que lo rodean para visitar en caso de que estés pensando quedarte unos días.

Dentro del pueblo se puede recorrer la Plaza Independencia, la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y el mercado municipal.

A pocos kilómetros de La Quiaca se encuentra Yavi, un pequeño pueblo donde se puede visitar la antigua iglesia de San Francisco con su altar enchapado en oro y el museo histórico donde se recuerda la interesante historia del Marqués de Tojo.

Esto fue un poco nuestro paso por Jujuy y no queríamos dejar de compartirlo. Un lugar cien por ciento recomendable y al que vas a querer volver una y mil veces.