Lara y Pablo

Lara y Pablo: Una historia “Aquí de paso”

El dicho «nada es imposible», es cada vez más cierto. Pero si todavía dudan de que esto sea así, Lara y Pablo se los cuentan en esta interesantísima historia de sueños, amor y mundo.

«Nuestra historia es un poco particular. Todo sucedió al revés. El dicho «a mí nunca me pasaría …» o “haría esto o aquello…», pasó y nos cambió nuestra vida dando un giro de 365 grados».

Pablo tiene 31 años, es de Rosario, fan del fútbol e hincha de Rosario Central.
Desde joven tuvo la posibilidad de viajar con su familia y amigos. Es Técnico en Turismo, y desde entonces llevaba una vida convencional en Rosario. Después de un par de años de experiencia pudo constituir la que fue su primera agencia de turismo receptivo, allá por el 2012.

Lamentablemente la situación económica no ayudaba mucho. Irse de vacaciones requería de muchos esfuerzos y llegar a fin de mes se complicaba más y más a lo largo de los años, sumado al cansancio que se acumulaba.
Llegó el verano de 2014 y, recostado en una hamaca paraguaya en La Pedrera (Uruguay) decide tomar una decisión que le cambiaría la vida: aplicar a la Working Holiday Visa de Nueva Zelanda con su ciudadanía italiana, dejar su empresa y tomar el gran riesgo de irse a viajar por el mundo.

Lara tiene 28 años y es de San Antonio de Padua, provincia de Buenos Aire. Se considera una amante de los viajes y de la fotografía. Estudió durante 5 años Tecnicatura y Licenciatura en Turismo hasta que se recibió y realizó su primer gran viaje, el cual la volvió adicta a la mochila.

Cruzó la frontera de Argentina por primera vez en 2013 y viajó con amigas de la universidad durante casi cinco meses. Este viaje le permitió crecer de una manera que nunca hubiera creído posible si no se hubiese animado y, sobre todo, se dio cuenta de lo feliz que la hacía esa vida. Quería conocer el mundo y… ¿por qué no hacerlo?

En julio de 2013 Lara vuelve a Buenos Aires, a la rutina, cual juego de mesa: ir al trabajo, trabajar, volver, cenar, dormir y volver a comenzar. Después de un par de meses, cayó en la cuenta de lo triste y disconforme que era. “Me preguntaba a diario por qué vivir así, si no tenía ninguna obligación. No tenía casa, ni hijos, ni mascotas. Solamente a mí.  Le pedí tanto al destino una ayudita, hasta que un día la empresa donde trabaja redujo personal y chau! Gracias destino!!! Ahí me liberé, comencé a trabajar de guía de turismo y un día, de la nada, me entero sobre la Working Holiday y pensé ¿por qué no? Apliqué a la misma y fui una de los 1000  afortunados”.

Pero la emoción duro unos minutos. “En definitiva estaba sola, no tenía conocidos ni amigos que hubieran obtenido la visa y, si bien me dio más miedo aún, seguí. Hice los papeles, luego el pasaje y así…hasta que llegué a la tierra kiwi!”.Lara dando un beso a Pablo

¿Cómo se conocieron?

No tenía idea qué iba a hacer a Nueva Zelanda así que empecé por querer averiguar cuánto trabajo había sobre Turismo en Facebook ¿Y adivinen quién me contestó?
Charla va, charla viene…los meses pasaron, hasta que un día surgió el amor!

Nos íbamos a NZ para la misma fecha (marzo 2015) y ninguno tenía amigos o compañeros de viaje.  ¿Casualidad o causalidad?

Llegamos a Auckland, nos mudamos a Bay of Plenty y comenzamos a compartir casa (ya que había que vivir con alguien ¿No?) Y así básicamente transcurrieron un poco más de tres años!!!

Nueva Zelanda y el Inicio de “nosotros”

En total vivimos 15 meses en Nueva Zelanda. Tuvimos tres autos, 8 casas en distintas regiones e islas, 7 trabajos (5 juntos!) Y vivimos dos meses en una van (dormíamos, cocinábamos ahí y nos bañábamos en un camping)
Decirles que la convivencia es fácil, es una mentira total. Vivir lejos, en un país nuevo, distinto, donde se habla otro idioma, conocer a una persona nueva que se convierta en tu pareja, vivir y trabajar con ella, ¿suena a mucho agobio no? Y sí, por momentos lo fue, pero siempre nos propusimos superar los distintos obstáculos y seguir recorriendo el mundo juntos. Tres años después llevamos visitados 26 países y vivimos en tres países distintos.

¿Cómo se sustentan diariamente?

Seguro pueden pensar que somos ricos o que nuestros padres nos envían dinero. Pero nada de eso. El último dinero que nos regalaron nuestros padres (como muchos padres harían si supieran que sus hijos se van a hacer «anda a saber qué a la otra punta del mundo», fue antes de irnos como despedida.  A partir de ese entonces nunca pedimos dinero prestado a nadie. Nos valemos al 100% nosotros solos!!
Trabajamos siempre de lo que sea, con tal de ahorrar. Y diciendo «lo que sea» me refiero a que hace tres años que ninguno de los dos volvió a trabajar en Turismo y buscamos trabajos rápidos que nos permitan juntar dinero. Después lo gastamos viajando y así volvemos al inicio.

Desde noviembre de 2016 comenzamos a vender asistencias al viajero y así también tenemos otro ingreso. Ofrecemos productos muchos más económicos porque sabemos lo difícil y costoso que es para un viajero gastar tanto dinero en eso y nuestra ganancia nos permite seguir viaje. Un “todos ganan”, diríamos.Lara y Pablo en la montaña

Los viajes

Después de Nueva Zelanda le siguieron casi cinco meses en el sudeste asiático y un mes en India. Volvimos para la Argentina cargados con muchas cositas para regalar y vender para así continuar nuestro sustento y disfrutar de un hermoso verano extendido entre familia y amigos.
Pero el dinero se acababa y queríamos seguir recorriendo el mundo. Somos unos afortunados al contar con ciudadanía europea, entonces pensamos a donde podíamos ir para ahorrar buen dinero en poco tiempo, investigamos así medio a lo loco, y nos decidimos por Irlanda donde vivimos durante 8 meses.

Desde diciembre de 2017 estamos viajando. El itinerario fue: España, Dubái, Australia (3 meses), Hong Kong, China (1 mes), Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Ucrania y Rusia (al mundial).  Y finalmente volveremos a Irlanda.

¿Cómo es un día de viaje en las vidas de Lara y Pablo?

Siempre armamos un presupuesto estimativo de viaje. Sabemos lo que queremos gastar, cuánto queremos invertir en determinado país, y cuánto deberíamos guardar para el próximo. Dormimos en hostels o Guesthouse, intentando siempre lo más económico, mientras que esté limpio mínimamente. También usamos Couchsurfing cada vez que podemos y últimamente también hicimos Housesitting en Australia.

Viajamos largas horas por la noche para ahorrar noches de alojamiento  y aprendimos una gran frase: «todo no se puede».
Comemos bien pero, aun así, solemos bajar de peso e intentamos adaptarnos a la comida local (sobre todo Pabli). Nos encanta hablar con extraños y no tenemos miedo de llegar a las 2 am a un hostel en el medio de la India.
Viajamos con mochilas, una grande cada uno y otra de mano (mínimo de 15 Kg la grande y 6/7 en la de mano. Y sí, estamos locos!). Lavamos ropa a mano y nos damos nuestros gustos. Pagamos entradas cuando hay que pagar pero también resignamos algunos lugares cuando no se puede.

Pablo generalmente es el que se encarga de manejar el mapa, es mí guía personal, el que siempre se ubica y sabe a dónde tenemos que ir. Por mí parte, me encargo de la administración de los gastos y a pensar en un millón de cosas más.

Lo que más hacemos es salir a caminar con mapa en mano, mirar mucho, curiosear. Tomar buses locales, mezclarnos entre la gente.

Visitamos los lugares que nos interesan, elegimos donde entrar, porque todo no se puede pagar!Lara y Pablo de la mano

¿Piensan parar de viajar en algún momento?

Día a día nos preguntamos cuando vamos a parar. A veces tenemos ganas, pero cuando nos damos cuenta de que si trabajamos cuatro meses más en otro lugar podemos visitar muchos más países, se hace difícil.
Resulta que cuando te acostumbrás a vivir así, no hay límites. Aprendés y desarrollás tus capacidades cada vez más rápido y te adaptas fácil al cambio, por lo tanto, no creemos que nos pueda ir mal en ningún lado. Estamos seguros de que con ganas y voluntad todo se puede, por más imposible que parezca.

No vivimos de vacaciones, también nos estresamos y cansamos mucho. Tomar decisiones a diario es mucho más difícil que vivir en una rutina haciendo todos los días lo mismo.

Lara y Pablo del 2015 no son los del 2018. Vivimos tantas cosas nuevas, aprendimos tanto del ser humano viajando y vimos tantas cosas, que hasta ese entonces solo escuchábamos de lo que el amigo de un amigo contaba.

Somos conscientes de lo afortunados que somos, y sin duda a pesar de que no todo es de color dorado, seguimos eligiendo esta vida…aunque sea por un tiempo más.

Mensaje para los que sueñan con vivir una experiencia así alguna vez

¿Te animás a vivir algo de todo esto? ¿Te animás a hacer algo que nunca hiciste o que creías que eras incapaz? ¿Te animas a dejar tu rutina, tu ropa y todo lo que creías normal para superarte?
Si te gustaría y te animás, te voy a decir que por favor lo hagas, porque sin duda te vas a sorprender de vos mismo y no te vas a arrepentir!!

¡Conocé más sobre “Aquí de paso”!

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Web: www.aquidepaso.com