Trujillo: la ciudad peruana de la eterna primavera

Con un millón de habitantes y cientos de ruinas en plena conservación, Trujillo es un lugar mágico que invita a conocer la historia de las culturas milenarias que habitaron entre los años 100 y el 1500 d.C.

Pero no solo es una ciudad rodeada de huacas y ruinas. Su enorme centro histórico y la exquisita gastronomía le dan vida todo el día, durante todos los días. Porque si hay algo que envidiar a nuestros hermanos peruanos, es la variedad de platos que ofrecen en cada restaurante, comedor o bar que diariamente reciben a grandes cantidades de lugareños y turistas que se animan a deleitar su infinita carta.

Su clima primaveral predomina todo el año y casi no existen las lluvias. Sus temperaturas llegan a 30 grados y no bajan de los 14, es por eso que se la conoce como «la ciudad de la eterna primavera». El viento que entra desde el mar, hace que el sol del verano no se sienta tan fuerte y obligue a cargar siempre un abrigo ligero para cuando cae la noche.

Huaca del Sol y de la Luna

Ubicadas a 8 kilómetros de Trujillo, en la Campiña de Moche, fueron los templos religioso y administrativo de la cultura Moche, la cual se desarrolló entre el 100 y 800 d.C.

Hasta el momento, solo la Huaca de la Luna fue descubierta en un noventa por ciento de su totalidad y continúan haciendo investigaciones para culminar el trabajo.

En la Huaca de la Luna. Foto: Revista Milénica

Fue el templo religioso de los Moches y utilizado como centro ceremonial. Es una construcción enorme, formada por siete edificios en forma de pirámide invertida, en los que residían las autoridades religiosas como sacerdotes y sacerdotizas.

Las construcciones y pinturas encontradas, las cuales pueden verse claramente hasta la actualidad, comprenden un arte tan increíble y perfecto, que ingenieros y arquitectos no pueden creer cómo pudieron construir edificios de tales magnitudes.

Los símbolos plasmados en los murales y los escalones de la entrada de cada edificio, tienen cada uno su significado, siempre relacionados al hombre, la naturaleza y las creencias religiosas en las que se basaban los Moches.

Caminar y recorrer cada rincón de la Huaca de la Luna, es una experiencia maravillosa, única. Las energías no dejan de sentirse en cada uno de los lugares que la antigua cultura creó y defendió hasta la llegada de los españoles.

Por su parte, la Huaca del Sol aún no ha sido investigada. Lo único que se sabe es que el templo, perteneciente a los administradores y políticos del pueblo Moche, es mucho más grande que la Huaca de la Luna y está formado por doce amplios edificios, los cuales llevarán bastante tiempo de una ardua y costosa investigación.

Ambas Huacas están enfrentadas y ubicadas a un kilómetro de distancia. Pero frente a ellas, se encuentra el Museo de Sitio, el cual es inevitable recorrer y estudiar detenidamente antes de conocer el templo, ya que ahí se exponen los objetos, maquetas y tesoros encontrados por los investigadores durante todo este tiempo.

Entrada: hoy el costo del ticket tiene un costo de 15 soles por persona y es válido para la Huaca de la Luna y el Museo de Sitio.

Chan Chan

Es la ciudad construida en adobe más grande de América y fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1986.

Pequeños almacenes de Chan Chan. Foto: Revista Milénica

Se encuentra a 5 kilómetros de Trujillo, camino a Huanchaco, famoso balneario elegido por los amantes del surf y donde los históricos caballitos de totoras aún siguen en auge.

Los caballitos de totora de Huanchaco

Chan Chan está formado por diez palacios o pequeñas ciudades amuralladas, de las cuales solo una fue descubierta casi en su totalidad.

Todo el conjunto fue la capital del reino Chimor, organización estatal de la cultura Chimú, la cual se originó a partir de los años 600 d.C hasta los 1500 aproximadamente, y que se destacaba por ser naturista y venerar a la luna y el mar, lo cual se puede observar claramente en sus murales.

Arte en las paredes. Foto: Perú Travel

El tour por la ciudadela dura una hora aproximadamente y es necesario hacerlo con un guía.

Entrada: tiene un costo de 10 soles por persona e incluye la entrada a las ruinas de Chan Chan, el Museo de Sitio (ubicado a 2 kilómetros), la Huaca Arcoiris o Dagón y la Huaca Esmeralda (estas últimas pueden visitarse dentro de las 48 horas con el mismo ticket).

Centro histórico de Trujillo

Su arquitectura colonial y sus casonas de colores, hacen que cada calle se transforme inmediatamente en una postal.

Su enorme Centro Histórico se encuentra circundado en forma elíptica por la avenida España, la cual fue construida sobre el trazo de la antigua Muralla de Trujillo, una edificación defensiva peruana construida en el siglo XVII para proteger a la ciudad de Trujillo contra los posibles ataques de piratas y corsarios que existían en esa época.

Plaza de Armas de Trujillo

En el medio, su imponente Plaza de Armas es un lugar obligado para pasar y tomar fotografías. Allí tuvo lugar la fundación española la ciudad en 1534 y también de la proclamación de la Independencia de Trujillo el 29 de diciembre de 1820. La Catedral se destaca por su color amarillo intenso y su arquitectura de estilo barroco y rococó.

Locales comerciales de todo tipo conviven en las más de setenta manzanas que integran el Centro Histórico. En algunas calles se pueden observar vendedores ambulantes, y su gran Mercado Central es el lugar elegido para quienes buscan precio y calidad en los productos comestibles.

Salir a comer o a beber un trago, no solo es posible hacerlo en el centro. Las avenidas Larco y Húsares de Junín albergan excelentes restaurantes para disfrutar de una buena pizza, el tradicional pollo a la brasa o la interesante variedad de mariscos y pescados al mejor estilo peruano.