“3 Negras Absurdas” es un tríptico teatral compuesto por tres obras breves de Pablo Albarello, autor contemporáneo argentino. Este tríptico se basa en un material seleccionado por el mismo autor junto al director, y reúne a los textos «Angustia oral», «Mami» y «Rehén a la napolitana», con el claro objetivo de hablar sobre temas totalmente diferentes y proponer un espectáculo ecléctico, distinto, entretenido y bien contado.
Antes de su llegada a Rafaela, tuvimos la oportunidad de hablar con Gaby, director de la obra, y con Danilo Monge, actor rafaelino que actualmente vive en Buenos Aires, donde crece a pasos agigantados.
¿Cómo surge la idea de “3 negras absurdas”?
Luego de haber visto “Amarte” de Pablo Albarello, el propio autor me habla para hacer un tríptico. Me convoca en un bar, tomamos un café y me dice que le había gustado muchísimo la puesta de “Amarte”, de su autoría, y que le interesaba que pudiese dirigir tres obras breves de él en un tríptico.
A mí me gustó la propuesta. Pablo me pasó varios textos, y yo ya conocía dos de esos tres textos. Finalmente le pedí la adaptación de uno que era demasiado largo, “Angustia oral”, y él la adaptó para que se haga una obra breve.
Entre los dos fuimos eligiendo y cincelando los textos que finalmente iban a concluir en el tríptico.
¿Cómo fue el proceso de este espectáculo?
El proceso creativo fue muy placentero. Como siempre que trabajamos, lo hacemos desde un lugar muy lúdico, por supuesto que analizando milimétricamente el deseo y el conflicto de los personajes. Pero después pasamos al cuerpo desde un lugar con mucho juego corporal, gestual, de voces. Y se hace muy placentero jugar de esta manera los textos con los cuerpos. Se investiga mucho, se prueban muchas posibilidades. No hay presión, más allá de que, por supuesto, los actores tienen que mirar a rajatabla el texto, no hay presión de tipo autoritaria en ningún momento. Siempre es muy relajado el proceso, y no por eso es menos exigente en cuanto a la búsqueda de calidad que ofrecemos como producto artístico.
Pero la verdad es un placer trabajar con este grupo con el cual venimos hace años, con la incorporación ahora de Danilo Monge que enganchó el código que manejamos en cuanto a estética, y se hace realmente placentero. Es super disfrutable y muy participativo. A mí me gusta trabajar con lo que puede aportar el actor. Le pido, por supuesto, cosas, y vemos si podemos arribar algo elaborado, artísticamente elevado y que a la vez pueda ofrecer algo diferente al público.
¿Desde qué lugar encaran el humor?
Abordamos el humor desde un lugar que intenta ser original y cuidado. Si bien vamos a fondo con el humor negro, con la ironía, con el humor ácido y también con el humor bizarro, cuidamos en todo momento la calidad. Cuidamos en todo momento no caer en lugares comunes ni en el chiste fácil, en nada que sea vulgar. Tratamos de mantener un alto nivel de humor, que muchas veces puede rozar lo intelectual. De hecho, hay giros o guiños intelectuales, pero no por eso deja afuera a nadie.
Hay diferentes matices en todo el trabajo. Matices del humor que van desde el bizarro, al negro, al ácido, al corrosivo, al clown. El espectáculo todo tiene muchos guiños de clown, y eso lo vuelve como muy interesante. Y además, también trabajamos con canciones, en vivo y en fonomímica. Para darle aire, y por supuesto que también le otorga humor al espectáculo.
¿Cómo fue trabajar con Gaby Fiorito?
La verdad que trabajar con Gaby Fiorito es muy loco. Él siendo de Sunchales y yo de Rafaela, nos conocimos en Río Gallegos. Él estaba con el grupo de su ciudad Al troqué, y yo con el grupo de Santa Fe “La gorda azul”, allá por el 2012, y nos conocimos en el Festival de Teatro para chicos “Festeniños”.
Cuando me vine a vivir a Buenos Aires, él ya estaba viviendo acá, así que lo contacté. Siempre quisimos trabajar juntos pero no se daba porque cada uno tenía su proyectos, sus tiempos. Hasta que este año por suerte se dio, y la verdad que con una propuesta más que interesante.
Como director es muy placentero trabajar con él. Tiene una cabeza muy creativa que va más allá de la realidad, y logra imágenes y situaciones muy teatrales, con una estética muy particular. Él ya tiene como una marca registrada, y sumarme a su tren es un viaje muy adrenalínico, y cada ensayo es una búsqueda constante de personajes, de situaciones. Trabaja mucho lo corporal y a mí me encanta. Y la comedia, que yo soy un fanático de la comedia, y Gaby logra una comedia muy particular.
“3 negras absurdas” cuentan un poco la miseria humana. Cómo el ser humano llega a situaciones límites desde el humor. Y es muy placentero trabajar con él, y con todo el grupo. Desde el principio me sentí muy cómodo, yo fui la última incorporación y la verdad que todo es un viaje exótico que se disfruta mucho.
¿Tienen fechas programadas luego de Rafaela?
Y más allá de las funciones de Rafaela, que por suerte tuvimos que hacer dos el mismo día por la cantidad de reservas, tenemos funciones en Sunchales (sábado 28 y domingo 29) en la Escuela Ameghino.
Después de eso, la idea es presentarnos en festivales, armar ciclos. Tenemos también propuestas del Teatro Porteño, del Teatro Balcarce 666, que ya vieron el espectáculo y les gustó, y eso nos motiva a seguir trabajando en esto.