9 lugares que tenés que conocer en Chiapas (México)

Muchos dicen que es uno de los estados más lindos del país más grande de Latinoamérica. Y, si bien no conocimos México en su totalidad, podemos decir que Chiapas lo tiene todo: montañas, maravilloso clima, naturaleza de todo tipo y una cultura fuertemente arraigada en cada uno de sus rincones.

Llegamos a San Cristóbal de las Casas, una ciudad colonial que guarda mucha historia y que parece haberse detenido en el tiempo. La idea era quedarnos unas semanas, pero el lugar nos abrazó tanto que se pasaron cuatro meses sin que nos demos cuenta.

Es que hay tanto para hacer en toda la zona, que es imprescindible tomarse un buen tiempo para poder recorrer y disfrutar a pleno cada rincón.

Por eso, si vas a visitar México en algún momento de la vida, te contamos todo lo que podés hacer en Chiapas según nuestra inolvidable experiencia.

La colonial San Cristóbal de las Casas

Fundada por Diego de Mazariegos en 1528 con el nombre de Villa Real de Chiapa, fue un lugar de muchas rebeliones a lo largo del tiempo. Tal así que hasta la actualidad siguen en pie grupos de indígenas que están en contra de la constitución nacional y que se rigen por sus propias leyes: las de usos y costumbres.

Una ciudad que tiene alrededor de 200.000 habitantes, pero que conserva su esencia pueblerina, lo que la hace tranquila y disfrutaba, tanto de día como de noche.

Más de 500 opciones de hospedaje, una infinita cantidad de cafeterías y restaurantes, y una gran número de propuestas artísticas, hacen que Sancris nunca duerma, en ningún momento del año. Porque hasta los meses más lluviosos (de agosto a octubre) la hacen hermosa.

¿Cuánto tiempo te recomendamos para conocer esta bella ciudad colonial? Al menos cinco días es necesario para caminarla y disfrutarla de punta a punta.

 

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El impactante Cañón del Sumidero

Uno de los puntos más turísticos del estado de Chiapas.

Ubicado a 5 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, la capital chiapaneca, y a 40 minutos de San Cristóbal, es un impresionante espacio natural  que se formó hace 70 millones de años, gracias a los movimientos tectónicos de la tierra.

El lugar está rodeado de muros que se elevan a más de 1,300 m desde la profundidad de la garganta, donde corren las aguas del río Grijalva que atraviesa los estados de Chiapas y Tabasco, y desemboca en el golfo de México.

Si bien el tour puede hacerse por cuenta propia, te recomendamos contratar una agencia de tours por dos razones: La primera es que, lo creas o no, sale igual y hasta más económico que hacerlo solo (en caso de no disponer de vehículo propio). La segunda, es mucho más cómodo ya que, si no tenés movilidad, vas a perder mucho tiempo en viajar en bus desde San Cristóbal hasta el parque, y no vas a disfrutar de los miradores, ya que están bastante alejados uno del otro, lo que obliga a contratar un taxi que haga varias paradas durante aproximadamente una hora.

Nosotros fuimos con Selva Azul Chiapas y realmente valió la pena.

Primero recorrimos tres de los cinco miradores que tiene el Parque Nacional. Luego llegamos a la embarcación que, durante 45 minutos nos llevó por el medio del Cañón del Sumidero, mientras un guía nos relataba la historia y nos contaba sobre la fauna y flora que predomina en el lugar.

Una vez terminado el recorrido en lancha, llegamos a Chiapa de Corzo, otro pueblo mágico, y uno de los más antiguos de todo México, donde podés conseguir artesanías de todo tipo y comer algún plato típico en los restaurantes.

Los impresionantes Lagos de Montebello

Ubicados en el límite de México y Guatemala, es un Parque Nacional donde se conservan montañas, lagunas y bosques.

A diferencia de San Cristóbal de las Casas, la temperatura aquí es un poco mas alta, lo que permite darse un chapuzón en los lagos transparentes y calmos.

Al igual que el Cañón del Sumidero, se puede llegar por cuenta propia o con una agencia de tours. Para visitar este impresionante lugar, también elegimos a Selva Azul Chiapas, que nos llevó a conocer primero la impactante Cascada El Chiflón, luego a los Lagos de Montebello, y para finalizar, visitamos el límite fronterizo con Guatemala.

Una vez que llegamos a los famosos Lagos de Montebello, recorrimos algunos de sus miradores para disfrutar de los majestuosos paisajes que regala la naturaleza. Luego nos dirigimos directamente a la orilla del Lago Pojoj, desde donde salen las rústicas embarcaciones que, afortunadamente, no contaminan las bellas aguas del lago.

Hay tres opciones de recorrido. La primera (más corta y económica) es visitar la isla que está en frente, conocida por una publicidad que Antonio Banderas hizo para Budweiser hace muchos años, desde donde saltó del trampolín que aún se encuentra disponible para los más valientes. El recorrido por el lago es de 15 minutos y en la isla podés estar alrededor de una hora. Los valores van desde $100 (5 dólares) mexicanos a $300 (15 dólares), según el paseo que elijas.

La segunda opción es visitar la isla y el Cenote Chukumaltik, un lugar de aguas cristalinas que invitan a nadar entre paisajes increíbles de Chiapas. Este paseo dura aproximadamente media hora hasta llegar al cenote, y una hora más para estar ahí dentro.

La tercera opción es hacer el recorrido completo: isla, cenote y bordear las montañas. Esta alternativa es la más larga y es necesario hacerla con tiempo (entre dos y tres horas, según el guía y el grupo)

El valor del tour completo (Cascada El Chiflón + Lagos de Montebello + Límite México – Guatemala) tiene un valor de $15 o $20 dólares por persona, según la  temporada, e incluye la entrada a El Chiflón. 

La increíble Cascada El Chiflón o Velo de Novia

Chiapas está plagado de cascadas, y El Chiflón es una de las más imponentes de todas.

Llegamos allí nuevamente con Selva Azul Chiapas, saliendo alrededor de las 8 de la mañana y llegando a la cascada cerca de las 9:30.

Una vez en la entrada, hay que caminar durante una media hora, bordeando el río y disfrutando de cascadas más pequeñas que están en el camino. Pero la de El Chiflón es la frutilla del postre. Una intensa catarata de aproximadamente 20 metros de altura, a la cual vale la pena disfrutar desde bien cerca, hasta mojarse por completo.

Para bajar, podés hacer el mismo recorrido. Aunque si sos de los más aventureros, podés tirarte por cualquiera de las tres tiroteas que se ofrecen en el lugar.

El espacio cuenta con baños, pequeños restaurantes de comida típica y algunos locales con artesanías chiapanecas. 

Te recomendamos llevar un impermeable y calzado cómodo para disfrutar del camino sin resbalarte.

El maravilloso Parque Nacional El Arcotete

Otro de los atractivos naturales de Chiapas.

Se encuentra a 4 kilómetros al noroeste de la ciudad, rumbo a Tenejapa.

Cuenta la leyenda, que su nombre se debe a la historia del soldado frances Jean Francoise D’Arcotete que se quitó la vida cuando fue rechazado por una mujer coleta de la que estaba enamorado.

El parque es gigante y tiene de todo. Así que guárdate un día completo para poder recorrerlo

En este post te contamos cómo llegar y todo lo que tenés que tener en cuenta antes de visitarlo.

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Los pueblos de Chamula y Zinacantán

Hacía tiempo que nos decían que no podíamos irnos de Sancris sin conocer San Juan Chamula y Zinacantán.

El primero es un pueblo tzotzil basado en el sistema de usos y costumbres, aplicado por muchos pueblos indígenas en México. Allí las reglas las ponen sus propios habitantes, y las autoridades externas al lugar no tienen permiso para ingresar. Se lo conoce como el pueblo de la oscuridad, los rituales y el machismo.

Por su parte, Zinacantán, ubicado a 15 minutos de Chamula, es el pueblo de las mujeres, de las flores y los textiles. Todo más silencioso, natural e iluminado. Ambos lugares son interesantes de conocer, aunque el choque cultural puede ser bastante intenso.

Volver a los orígenes en Rancho Lum Ha 

Un proyecto en medio de la naturaleza que con el tiempo se fue haciendo más y más grande. Una granja que alberga diferentes especies de animales. Una huerta con cientos de frutos que tratan de manera natural, miles de árboles endemicos plantados cada año y una cabaña ecológica para descansar y alejarse del ruido de la ciudad. 

Estuvimos allí dos días, disfrutando del lugar, de su paz, de los sonidos de los animales que habitan en la zona y de relatos de vida que nos hicieron volver al origen para entender de dónde venimos y cómo podemos cuidar el mundo que tenemos, viviendo simple y con lo necesario.

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El día a día en Rancho Lum Ha’. Foto: Camila Rezk

La Zona Arqueológica de Palenque 

Ubicada a 8 kilómetros del pueblo, Palenque es una de las zonas más importantes de todo México y Guatemala, y a la que vale mucho la pena dedicarle, al menos, unas tres horas.

Palenque fue junto con Tikal y Calakmul una de las ciudades más poderosas del Clásico Maya, sede de una de las dinastías más notables a la que pertenece Pakal, cuya tumba fue descubierta en 1952 por el arqueólogo Alberto Ruz L’Huillier.

Fue una de las ciudades mayas más importantes de su tiempo, a la par de Calakmul y de Tikal. La población actual está compuesta por pueblos originarios como chol, tzeltal y lacandón.

Solo entre el 3 y 5% de este lugar fue descubierto en el período de casi 30 años. El resto está a la espera de la exploración e investigación. Impresionante.

En 1987, la UNESCO declaró a la zona arqueológica y al parque nacional de Palenque, Patrimonio de la Humanidad, por lo que vale destacar su cuidado y conservación.

 

Las imperdibles Cascadas «Profesor Roberto Barrios»

Si vas a visitar Palenque, no podés perderte las cascadas que rodean la ciudad.

Las Cascadas  «Profesor Roberto Barrios» son un increíble lugar natural, con una gran cantidad de aguaceros que en invierno se tiñen de turquesa , y dentro de los cuales se puede nadar y pasar horas disfrutando de tanta belleza.

Para llegar, si no tenés movilidad propia, podés tomar una combi en la avenida que se encuentra frente a la empresa ADO. Pasan cada media hora y cobran $50 mexicanos (2.5 dólares) por persona para llevarte hasta el ingreso de las cascadas. La entrada tiene un valor de $30 mexicanos (1.5 dólares) y se puede ingresar desde las 8 a las 4 de la tarde.

FOTOGRAFÍA: Camila Rezk