¿Una laguna de aguas dulces y transparentes a una hora del Mar Caribe? Existe y se llama Bacalar.
Ubicado en un área protegida, entre selva y manglares, este pueblito de apenas cincuenta mil habitantes, se convirtió en uno de los puntos más visitados por quienes llegan al caribe mexicano.
Un poco de historia
Bacalar fue fundado por los mayas en el año 415 d.C. con el nombre de Sian Ka’an Bakhalal.
En el período colonial (alrededor del año 1630), Bacalar era el asentamiento más importante de toda la costa del oriente de la península de Yucatán.
Pero también fue tierra de piratas. Sí, los Piratas del Caribe existieron y se asentaron allí durante un largo tiempo.
Durante 1640, fue Peter Wallace, un pirata escocés, quien logró asentarse en el sur de Quintana Roo, dedicándose a la explotación del palo de tinte, y originando de esta manera, el primer asentamiento inglés.
Los posteriores ataques de los piratas franceses, ingleses y holandeses continuaron castigando durante casi gran parte del siglo XVIII, puesto que eran ellos quienes se disputaban el control del tráfico del palo de tinte, mientras que los mayas continuaban siendo atacados.
Debido a los fuertes ataques, se decidió contruir el fuerte de San Felipe a pocos metros de la laguna, el cual hoy se puede visitar por dentro y por fuera.
Estuvimos cuatro días en esta maravillosa ciudad, pero sin dudas, recomendamos quedarse al menos una semana para conocer cada rincón de este bello paraíso.
En esta nota te contamos todo lo que podés hacer en Bacalar y qué tener en cuenta para disfrutar de cada actividad que se ofrece.
Nadar en la Laguna de los Siete Colores
El gran atractivo de este mágico lugar, es su impresionante laguna de azufre y aguas cálidas que recorre 40 kilómetros de largo.
Actualmente, y luego de que su ecosistema sufra una importante transformación debido al turismo masivo y a la falta de cuidado por parte de los seres humanos, la laguna se encuentra recuperando sus tonos azules y turquesas, que el año pasado se habían convertido en color chocolate.
Si bien la orilla de la laguna está casi completamente cubierta de hoteles, cabañas y restaurantes, hay varias entradas libres y gratuitas por donde se puede ingresar para disfrutar de este impactante paraíso.
En las Calles 16, 18 y 36 están los muelles de acceso público, ideales para contemplar el amanecer o el atardecer todos los días del año.
Descansar en Casa Buena Onda
Si buscas un buen lugar para descansar, con todas las comodidades y ubicado cerca de todo, Casa Buena Onda es la mejor opción.
Una pequeña posada atendida por sus dueños Yessie y Yanis que te hacen sentir realmente como en casa.
Tres habitaciones privadas, una hermosa cocina para compartir y un jardín para relajarse y disfrutar bajo los árboles.
El desayuno es de otro mundo y está preparado con mucho amor por la misma Yessie, quien ama cocinar desde que vivía en Francia, su país natal.
También rentan bicicletas para recorrer la ciudad de punta a punta, sin perderte de nada.
Pasear en velero junto a Veleando Ando
Navegar el paraíso de los siete colores en velero, es actividad obligada en Bacalar.
Y lo mejor de todo, una forma de turismo ecológico muy amigable con la laguna, que cada dos por tres sufre de alguna transformación debido al poco cuidado por parte de los humanos.
Para hacer este trip, elegimos la empresa Veleando Ando que, con mucho profesionalismo y buena onda, nos llevó a recorrer diferentes puntos de la laguna.
Primero hicimos una pasada por el famoso Canal de los Piratas, un fino hilo de agua turquesa que une la Laguna de Bacalar con el Río Hondo. Allí se encuentra el famoso spot que aparece en miles de videos de Instagram, donde la gente salta desde los escombros de un barco que en su momento iba a ser un restaurante, pero como la construcción y su fin atentaban contra el delicado ecosistema, el proyecto se canceló y quedó a medio a terminar.
Luego visitamos la bellísima Isla de los Pájaros, una isla repleta de cientos de tipos de aves que sobrevuelan la laguna. Muy cerca de allí, el velero se detuvo para que podamos nadar en las increíbles aguas durante una hora y media.
Antes de regresar, aprovechamos y disfrutamos de las frutas y refrescos que nos dieron los chicos de Veleando Ando luego de un largo paseo en velero.
Una experiencia mágica y super recomendable.
Amanecer en la laguna haciendo kayak con Bacalar Sunrise
Si nunca hiciste kayak, esta es tu oportunidad.
Y era una de las actividades que no queríamos perdernos.
Los chicos de Bacalar Sunrise nos llevaron a ver el amanecer en medio de la laguna.
Salimos a las 6 de la mañana en sus kayaks transparentes, ideales para ver todo lo que sucede debajo del agua, y nos dirigimos hacia el sur, entre la calma del ambiente y los primeros rayos del sol.
Luego de hacer algunas paradas en los muelles, para descansar y tomar fotos, continuamos el camino hacia el Cenote Negro o Cenote de La Bruja. Un asombroso pozo de agua de más de cien metros de profundidad, que quedó en medio de la laguna.
Allí hicimos snorkel, algo que da mucha impresión, debido a que solo se llega a apreciar el borde del cenote, y luego se vuelve todo oscuro.
Cuenta la leyenda, que hace muchos años, a orillas del cenote vivía una mujer maya a la que consideraban bruja. En el momento en que deciden construir la Escuela Normal, quisieron derribar su casa, lanzándola al agua. Pero parece ser que la mujer tenía tanto poder, que puso una maldición en el lugar para que nunca más se olviden de ella.
Para finalizar el recorrido en kayak y darle un cierre a la aventura, nos invitaron con un delicioso desayuno en el que compartimos un momento entre quienes participamos del tour.
Otra experiencia altamente recomendable en la Laguna de Bacalar.
Cenar al aire libre en Patio de Aguacate
Bacalar es una ciudad pequeña, pero tiene muchas propuestas gastronómicas para probar y deleitar el paladar.
Una de ellas es Patio de Aguacate, un restaurante al aire libre donde se fusionan las recetas argentinas y mexicanas.
Milanesas, empanadas, pizzas, hamburguesas y platos típicos de México para chuparse los dedos.
Cada fin de semana, DJ`s y artistas le ponen música a las noches, entre promociones de cocktails y mucha buena onda.
Patio de Aguacate abre todos los días de 7 de la mañana a 11 de la noche. Así que no hay excusas para visitarlo y probar alguna de las ricas opciones de su menú.
Desayunar rico en Enamora Bacalar
Si hay un lugar que le hace honor a la comida saludable, es Enamora Bacalar.
Un patio con buena vibra, donde los smoothies, sándwiches y ensaladas tienen su lugar y cada día son elegidos por turistas y locales que buscan sumergirse en opciones de healthy food.
Casi todos los mediodías son musicalizados por alguna banda o artista que regalan su música a quienes disfrutan de rica comida a pocos metros de la laguna.
También tiene su tiendita eco friendly donde podés conseguir aceites y cosmética natural para cuidar de tu cuerpo sin afectar el medioambiente.
Sumergirte en las aguas del Cenote Azul
De los más lindos que conocimos en Quintana Roo.
Aguas azules y transparentes, entre peces de colores y un paisaje soñado a metros de la carretera que cruza Bacalar hasta llegar a Cancún.
Hay dos formas de ingresar: La primera, por el restaurante que está sobre el cenote, el cual ofrece una entrada de $30 mexicanos (1.5 dólares) por persona. La otra, y la que más usan los locales, es por la calle paralela a la carretera, por un pequeño camino que conduce directo al cenote y que es totalmente gratuito.
Sin dudas, uno de los infaltables para visitar cuando llegues a Bacalar.
Foto de portada: Unsplash (@tomasmartinez)