Cuando paseábamos por las hermosas playas del norte peruano, escuchamos sobre un lugar llamado Cabo Blanco el cual, en la década de 1950, fue elegido por personajes famosos del cine internacional como espacio de relax y de negocios.
Así que, sin dudarlo, tomamos un bus y viajamos a conocerlo para saber un poco más sobre quienes habían elegido este paraíso en busca del merlín más grande.
Pero no fuimos los únicos enamorados de este mágico lugar. El famoso escritor norteamericano Ernest Hemingway lo visitó hace casi siete décadas atrás. En uno de sus rincones armó un hotel exclusivo, conocido como “Cabo Blanco Fishing Club”, que actualmente guarda restos de su construcción y de las historias de personajes que pasaron por allí.
Si bien el lugar está casi destruido y ya no se permite ingresar por peligro de derrumbe, aún quedan imágenes de esos encuentros y se exponen en una especie de Museo que Santiago, propietario de Black Merlin, uno de los restaurantes ubicados frente al malecón, logró armar para los turistas que visiten el Cabo.
“El Fishing Club fue formado por empresarios y gente del cine internacional que decidieron venir a vivir un tiempo acá por la pesca de los merlines. Las noticias decían que en Cabo Blanco había muchos merlines de gran tamaño. Eso llegó al oído de famosos de todo el mundo que, intrigados por saber más, llegaron en busca de la magia”, empezó contando Santiago.
En Cabo Blanco se unen las corrientes de El Niño y la de Humboldt, por lo que se encuentran el agua cálida y el agua fría, lo que da fruto a cientos de especies de peces.
Uno de los más buscados era el merlín, que antes de la llegada de Hemingway, se había logrado la pesca del más grande: nada más y nada menos que 1560 libras.
“La membresía para pertenecer al Fishing Club era de diez mil dólares”, explicó. “Así fue que llegaron personas poderosas como Henry Ford, Rockefeller, Marilyn Monroe, John Wayne, Johnny Weissmüller, Cantinflas, Hemingway, entre otros”.
“En ese entonces, Ernest Hemingway había publicado recientemente su libro “El viejo y el mar”, y en cuanto supo de este paraíso sudamericano, alistó maletas y coordinó con su productora cinematográfica para filmar escenas de la película en Cabo Blanco”.
Cómo llegar
Nosotros lo hicimos desde Máncora, donde tomamos un bus de EPO hasta El Alto, el pueblo que se encuentra antes de Cabo Blanco, el cual se ubica bajando una montaña hasta llegar al mar. Desde El Alto, puedes tomar una de las combis que salen de una de las calles perpendiculares a la principal (podés preguntar en alguna tienda, y llegarás a Roma!)
El viaje hasta el Cabo dura aproximadamente quince minutos, y tiene un costo (o al menos cuando fuimos en diciembre de 2019) de 2 soles por persona.
Para la vuelta, las mismas combis esperan cerca de la Capilla de Cabo Blanco, hasta aproximadamente las 6 de la tarde.
Un destino imperdible.