El especialista en Clínica Médica y cardiólogo universitario, Daniel López Rosetti, visitó la ciudad de Sunchales para disertar acerca de la salud y las emociones, y cómo llevar una vida mejor a partir de nuestros sentimientos.
Así fue como el auditorio del CET de ATILRA se preparó para recibirlo y disfrutar de una interesante charla sobre las emociones, los sentimientos y las situaciones que vivimos a diario, que nos llevan a reaccionar, tanto positiva como negativamente, según nuestra mirada de la realidad.
Antes del evento, tuvimos la oportunidad de formar parte de una conferencia de prensa dirigida a los diferentes medios de comunicación, y esto fue lo que nos contó el especialista.
El corazón tiene razones que ni la propia razón entiende
Hace millones de años que tenemos emociones y sentimientos, mientras que la razón es un fenómeno recién llegado a nuestro desarrollo evolutivo. La mayoría de nuestras decisiones son emocionales. Al momento de tomar una decisión, siempre domina la emoción por sobre la razón.
Todas las emociones tienen rostro: el miedo, la ira, la sorpresa, la tristeza. Y son rostros que no se aprenden, sino que se traen desde nuestro nacimiento.
El sentimiento es algo que viene después. Es un procesamiento de emociones, que se hace estable o duradero en el tiempo, como el amor, el odio, el orgullo, la vergüenza. El sentimiento es el procesamiento emocional pasado por lo racional cognitivo.
El poder de las emociones negativas
Hay una palabra que usamos en estos casos y que no puede abreviarse de ninguna manera: la Psiconeuroinmunoendocrinología, es decir, cuando lo psicológico se moviliza, el resto se moviliza.
Una emoción negativa tiene tendencia a enfermar, y una emoción o sentimiento positivo tiende a sanar. Tengo una frase que suelo usar bastante: Los motivos para sentirse mal vienen solos, los motivos para sentirse bien hay que buscarlos.
La felicidad existe
La felicidad en nuestra área de trabajo se llama “bienestar subjetivo percibido” y es una sensación de fondo que muchas personas tienen, y que también se construye.
Cuando las personas dicen “la felicidad no existe, lo que existen son momentos”, en realidad los momentos se llaman alegría, que es una emoción. Pero eso estable de fondo que es la felicidad, existe en las personas que se describen a sí mismas como personas felices.
No se es feliz espontáneamente, de algún modo hay que buscarlo.
La U de la felicidad
Hay un modelo que ha sido estudiado en distintas partes del mundo, que marca el camino de la felicidad con el paso del tiempo.
La felicidad plena sucede alrededor de los 20 años, en la cúspide de esta U, donde hay un futuro enorme y los problemas van a ser resueltos; donde los sueños están y hay fuerza para construirlos.
Luego la vida nos va presentando situaciones, y entre los 40 y 50 años, en la curva de U, las personas tal vez no se manifiestan tan felices porque han sufrido cosas, porque chocaron con la realidad, por diversas cuestiones vividas.
Y luego hay una parte ascendente, donde las personas se vuelven a manifestar felices, con mayor bienestar subjetivo percibido, porque empiezan a vivenciar lo que tienen y no lo que pueden llegar a tener.
En los países nórdicos, como Noruega o Finlandia, tienen los índices de felicidad más altos porque la cobertura de las personas es garantía desde el nacimiento. Pero en Argentina no estamos tan lejos porque, a pesar de todo lo que pasamos, se sienten los amigos, la familia, es decir, la red social de contención.
¿Hay edad para el estrés?
Esto muy variable, hay gente que se estresa más y otra que se estresa menos, depende de la persona. La principal variable es la individual, la personal. El estrés comienza cuando una persona percibe una sobrecarga, o una amenaza a sus intereses de orden vital y eso tiene que ver mayormente con la percepción que tenemos, es decir, la interpretación que hacemos de la realidad desde nuestro proceso psíquico.
Se puede instruir a las personas para que traten de ver las cosas desde un modo más favorable, como vivenciar el momento presente, saber decir que no, manejar los pensamientos, la ira, la ansiedad.
El tratamiento del estrés en la sociedad argentina
No está orgánicamente desarrollado aún, pero está llegando técnicamente cada vez más. Cuando nosotros comenzamos hace 35 años, no se incluía la palabra estrés en los congresos médicos. Hoy en día no hay congresos de cardiología o clínica en los que no se incluya.
Creo que de a poco, como todo, esto va cambiando, pero tanto la población en general como en los médicos, ya se sabe cuando el estrés supera la capacidad de adaptación de un paciente.
Foto de portada: Dr. Daniel López Rosetti