Familia saltando

El Vuelo de Apis: Viajar para cumplir sueños

Cuando de soñar se trata, muchas personas y familias del mundo, dejan todo para hacerlo. Y este es el caso de “El Vuelo de Apis”, una familia de Sevilla que viajó en familia por Sudamérica durante un año, “polinizando escuelas”, y haciendo de ese viaje, la mejor experiencia de sus vidas.

Encontramos esta hermosa historia en las redes, y no pudimos dejarla pasar para que nuestros lectores también puedan conocerla. Una nota para disfrutar de verdad.

¿Cuándo tomaron la decisión de vivir viajando durante un año?

Vivir viajando sería el mejor sueño que uno puede imaginar. Levantarse cada mañana y pensar qué aventura viviremos hoy, a quién conoceremos, que haremos, qué aprenderemos, qué comeremos, cuánto tiempo nos dedicaremos a nosotros y los nuestros; siendo dueños de nuestro tiempo y de nuestras decisiones es algo que es difícil de no desear. Hace que uno sea plenamente consciente de la vida de uno. Esto es lo que hemos sentido nosotros durante este año.

Vivir viajando sería el mejor sueño que uno puede imaginar.

Siempre nos ha gustado viajar, y nos dábamos cuenta de que durante esos periodos de tiempo todo se transformaba. Y no sólo por coincidir con los periodos de vacaciones, era un tiempo completo en casi todos los aspectos de nuestras vidas.

Siempre nos ha gustado viajar, y nos dábamos cuenta de que durante esos periodos de tiempo todo se transformaba.Familia sentada arriba de techo de camioneta

Así, que decidimos prolongar esas sensaciones por más tiempo. Decidimos dedicarnos tiempo a nosotros y a nuestra familia (dejando de lado el tiempo dedicado a cosas materiales). Decidimos aprender a ver lo que necesitábamos de verdad, y ver que con muy poco no nos faltaba nada. Pusimos nuestra creatividad a “tope” y pensamos cómo podríamos hacerlo. Nos pusimos a aprender cuestiones nuevas que eran necesarias para este cambio (temas web, SEO) y, sobre todo, decidimos creer en que lo ibámos a lograr y en no dudar en pedir ayuda y creer en los demás.

Decidimos aprender a ver lo que necesitábamos de verdad, y ver que con muy poco no nos faltaba nada.

¿Por qué eligieron Sudamérica para cumplir su sueño?

Sudamérica nos pareció un lugar perfecto para tener una experiencia así, y casi cualquier lugar del mundo lo sería, pero viajando con tres niñas, compartiendo la misma lengua, creíamos que sería una gran ventaja. Y así ha sido.

El viaje para nosotros es, principalmente, la gente de esos lugares, y poder comunicarnos sin traba alguna, ha sido una maravilla. Nos ha permitido entrar y conocer de lleno a los habitantes de estos lugares, su cultura, sus tradiciones, sus miedos, sus preocupaciones…

¿Cómo es viajar en familia?

Viajar en familia es increíble. Tener familia es increíble. Nosotros entendemos que desde que uno decide formar una familia con hijos, lo decide para toda y cada una de las cuestiones que aparecen en la vida. Y viajar es una de ellas.

Viajar con niñas o niños hace que cambies el ritmo del viaje, más lento, más pausado y, por tanto, más en cada lugar y saboreándolo. Debes buscar actividades de ocio y compartirlas con ellas. Tener el lugar de pararte a ver cómo crecen es mágico. Ellas te enseñan a mirar desde la perspectiva de un niño/a que, en muchísimas ocasiones, es especialmente particular. Claro, es más cansador y, a veces, hay que ceder.

Nosotros entendemos que desde que uno decide formar una familia con hijos, lo decide para toda y cada una de las cuestiones que aparecen en la vida. Y viajar es una de ellas.

Ustedes serían una especie de colmena donde cada uno cumple una tarea, siempre trabajando en conjunto. ¿Cómo es esto de «polinizar» escuelas con su proyecto educativo?

Nuestro proyecto “Polinizando Escuelas” ha sido una guinda más en nuestro viaje. Somos educadores y tener el privilegio de poder ir visitando escuelas y proyectos transformadores, ha sido una mirada más profunda que está pasando en educación. Miremos donde miremos, la sociedad está pidiendo un cambio en este tema tan vital.Familia posando para la camara

Estar en contacto con nuestra profesión, empapándonos de lo que otras personas dedicadas a este tema realizan; estar en contacto con niños y niñas de todas las edades y compartir con ellos nuestro viaje y nuestra experiencia, ha sido interesantísimo, riquísimo y nos a hecho replantearnos ciertos aspectos. Y, además, permitirles a nuestras hijas convivir con niños/as de todos los lugares; jugar, disfrutar y vivir la diferencia como una de las mayores riquezas del mundo.

Miremos donde miremos, la sociedad está pidiendo un cambio en este tema tan vital, como es la educación.

Ha sido tan enriquecedor que uno de nuestros siguientes sueños es lograr escribir un libro sobre “viajes y educación” y poder compartir más profundamente lo que hemos vivido. Es una manera más de seguir en contacto con todos esos proyectos con los que hemos contactado.

En su historia cuentan que durante su viaje van buscando la parte más amable del mundo. ¿Cómo consiguen esto?

El mundo es amable, las personas son amables, nos negamos a vivir con miedo. Es complejo no perder esta idea de la mente, cuando sólo y, casi exclusivamente, estamos pendientes de lo “malo”.

¿Significa esto que no exista esa no amabilidad? Claro que existe, pero nosotros preferimos mirar el otro lado de las personas. Cuando uno se expone a los demás, la inmensa mayoría opta por conocerte, conversar, ayudar, echar una mano. Y si, además uno está dispuesto a mirar de esta manera, se crea un circulo “vicioso” del bueno. Hay que exponerse al otro, hay que pararse a mirar al otro, conocerlo, comprenderlo, intercambiar, cuestionar lo de uno y lo del otro.Familia en el campo

Decidimos que nuestra ruta iba a estar marcada por esos proyectos y familias que decidieron acogernos por un par de días en sus hogares. Y si, más de 80 familias y más de 70 proyectos nos abrieron sus corazones. ¿Qué mejor manera de conocer una aldea, pueblo, ciudad, campo, isla, montaña, que a través de las familias que habitan allí? Naturalmente estas palabras no tienen nada que ver con poner en riesgo nuestras vidas, sino “el sentido común” debe ser el que esté presente en todo momento.

Hay que exponerse al otro, hay que pararse a mirar al otro, conocerlo, comprenderlo, intercambiar, cuestionar lo de uno y lo del otro.

¿Cómo pueden colaborar las personas interesadas en ayudarlos, para que sigan cumpliendo sueños?

Creemos que realmente la mejor ayuda es que todos nos esforcemos por tener una mirada cercana y sonriente al de al lado. Que nos cuestionemos qué queremos en nuestro día a día, y lograrlo. Lograr una colmena de dimensiones gigantescas.

En concreto, para nosotros, compartir nuestra experiencia y naturalmente cualquier ayuda y del tipo que sea, es bien recibida.

¡Conocé más de «El Vuelo de Apis»!

Web: www.elvuelodeapis.org

Facebook: El vuelo de Apis

Instagram: @elvuelodeapis