La vida es más linda cuando es compartida

Vivir viajando, llenarse de cultura y adentrarse en los diferentes mundos, parece ser el sueño de muchos o, al menos,  de Eugenio y Fernanda.

Antes de que el destino los encuentre para vivir la vida de viaje, hace tiempo atrás ya habían cargado sus mochilas para lanzarse a la aventura y recorrer cada rinconcito de las ciudades que iban apareciendo frente ellos, por separado.

Pero como, tarde o temprano, las almas viajeras se encuentran, esta no fue la excepción.

Mientras Fernanda volvía de viajar por América para reencontrarse con sus orígenes en Colonia Caroya, Eugenio regresaba de un largo viaje por Europa y se instalaba nuevamente en La Granja, a pocos kilómetros del pueblito de Fernanda.

Así fue como un buen día la vida los encuentra para empezar a planificar un recorrido por Latiamérica, pero esta vez en combi.

«Viajando aprendés a vivir liviana, con lo justo y necesario», nos contaba Fernanda, a minutos de emprender viaje hacia Entre Rios para después instalarse un tiempo en Uruguay.

«Esta vez hay más lugar que en una mochila, pero siento que me llevo muchas cosas. Es que me acostumbré a viajar con poco».

La fecha de regreso no es lo más importante en este viaje. Solo tienen la certeza de que el día a día es lo que van a ir viviendo, haciendo artesanías tejidas y en madera, o trabajando de lo que vaya surgiendo. Pero sabiendo que la vida es una sola, y ellos ya encontraron la manera de disfrutarla.

Casi caía el sol cuando la pareja de viajeros puso en marcha su combi, la nueva compañera de rutas, que os llevará a revivir América Latina, pero esta vez en un sueño compartido.