Istvan nació en Madrid en el año 1968, pero vivió su infancia en la localidad de San Jorge, Santa Fe. Es ilustrador, escritor y diseñador, y aprendió a combinar estas tres profesiones artísticas perfectamente.
Estimular la creatividad de los niños a través de originales ilustraciones llenas de colores y hechas con papel, tijera y pegamento, es la pasión que lo lleva a este artista a crear y diseñar libros maravillosos que cuentan entretenidas historias.
No podíamos dejar pasar la oportunidad de entrevistarlo antes de su paso por Rafaela y, luego de buscarlo incansablemente por todos los medios, afortunadamente, lo conseguimos.
¿Quién es Istvan?
Es un ilustrador, escritor y diseñador, en ese orden. Editor también, docente, pensador sobre temas de la ilustración de la imagen en los libros para chicos, apasionado por los libros para niños como objeto integral de texto, imagen, diseño y soporte.
Sos diseñador, ilustrador y escritor. ¿Cómo combinás estas tres artes?
Me salen de manera muy natural. Siempre fue así, siempre escribí y dibujé y siempre planté en página, sean desde carpetas y cuadernos escolares, hasta después en los libros de una manera espontánea, natural y sin pensarlo siquiera. Es más, en algún momento alguien tuvo que explicarme que existía la tarea de diseñador, porque siempre me salió así. De chico hacía las carteleras de la escuela, hacía la escenografía de los actos escolares, Mis carpetas eran impecables y absolutamente diseñadas. Es algo que me nace naturalmente.
Todo esto, que también es parte de la primera pregunta, de quién soy yo, es porque soy un autodidacta. No estudié nada académicamente, siempre lo hice a través de las lecturas, del aprendizaje en el juego del pro y error, y así fueron saliendo mis libros.
En tus libros buscás personificar a los personajes. ¿Cómo lo llevás adelante?
Hay libros en donde hay personajes que son más personificados como el Ratón más Famoso, como los personajes de Poitou Charentes. Hay otros en donde los personajes son totalmente personajes.
Eso se construye a partir de la necesidad del libro. Uno piensa qué necesita el libro en base a esa idea que nació en el momento. En mi caso tiene que ver muchas veces en cómo el libro va a funcionar como objeto. Pienso primero en una estructura que tiene que ver con lo lúdico.
No importa si el libro es un libro común y corriente, con lomo, tapa y páginas interiores. Me gusta que con el libro se pueda jugar, aunque sea darlo vuelta y que haya un juego adentro. El mismo objeto – álbum que es un concepto que introduje en Argentina, la primera colección de libros -álbumes que hubo en el país y que fundé en ediciones del Eclipse, que significa un libro en donde un texto y la imagen funcionan inseparables para construir el sentido. No se puede leer el texto sin ver la imagen y no se puede ver la imagen sin leer el texto porque en el diálogo entre ambas cosas es donde aparece lo que se quiere decir, el sentido.
Me gusta que con el libro se pueda jugar, aunque sea darlo vuelta y que haya un juego adentro.
El mismo hecho de hacer libros – álbumes tiene que ver con construir algo que hace al soporte, hace al juego, hace que se pueda jugar, interactuar entre lector y libro. El cuerpo lector se enfrenta al cuerpo libro y son dos cuerpos que empiezan a funcionar como un engranaje de dos cuerpos que entran en situación, y así nace la lectura.
¿Cómo responden los niños que ven tus ilustraciones?
Tengo una muy buena respuesta de los chicos y la veo semanalmente porque viajo mucho. En temporada escolar viajo todas las semanas, estoy muchas veces en contacto con chicos, y muchas veces con grandes, porque voy a conferencias para docentes.
Los chicos se enganchan directamente en esta propuesta que tiene que ver con dar vuelta el libro, jugar con él. Si el libro es objeto, encontrarle la vuelta como para construirlo. Los grandes son los que más dudan en poner en juego el cuerpo, en reconstruir el libro, en buscarle la forma como para encontrar ese sentido que se necesita que por ahí es hacer girar las páginas, romperlas, intervenirlas. Los chicos no tienen problemas con todo eso.
En mi último libro “Obvio” los dibujos y los textos son un sinfín de provocaciones en donde el lector tiene que decidir qué es lo que ve, una cosa que parece ser un pez visto de otra perspectiva es un ojo, de otra es un sol, de otra es una cara, pero esa cara está en un mar, pero ese mar a la vez es un cielo.
Hay que realmente comprometerse y tomar decisiones en torno a lo que se ve, a lo que se está leyendo. Los chicos se adaptan a esto de manera natural, pero los grandes a veces necesitan el empujoncito para animarse a decir que lo que ven es muchas cosas al mismo tiempo. Uno sabe qué es lo que hay que ver, pero tienen miedo de quedar en falta y no hay error, todo lo que se ve es legítimo y eso es lo que los chicos se animan a decir de manera muy rápida, sin temor a equivocarse qué es lo que ven, sin temor porque el juego es acción y en la acción uno muchas veces va para lugares insospechados. Pero lo interesante es reírse si uno trastabilla, no tener miedo a eso y no es sino eso la lectura: ir para adelante y si uno se da cuenta de que no entiende algo se vuelve para atrás, y no hay nada grave en eso. Lo interesante está en apasionarse y sumergirse en el libro.
Hay que realmente comprometerse y tomar decisiones en torno a lo que se ve, a lo que se está leyendo. Los chicos se adaptan a esto de manera natural, pero los grandes a veces necesitan el empujoncito para animarse a decir que lo que ven es muchas cosas al mismo tiempo.
¿Crees que la creatividad es parte fundamental del desarrollo humano?
Completamente. Es absolutamente fundamental y ojalá todo el mundo dé rienda suelta a su creatividad. Hay un libro que tengo que se llama “Todos podemos dibujar” y estoy totalmente convencido de eso. Todos podemos dibujar, todos podemos bailar, todos podemos escribir, todos podemos hacer cualquier cosa del orden creativo.
Lo que pasa es que en el desarrollo humano muchas veces nos frustran y muchas competencias para los que son inherentes al ser humano, van cayendo y van desarrollándose otras.
Lo que importa es que, al menos una, pueda llegar a desarrollarse, eso sería lo más interesante. Si todos desarrolláramos eso que tenemos ganas de desarrollar, sin dejarse llevar por mandatos, por cuestiones preestablecidas, por ideas respecto a qué es lo que más conveniente hacer; si haríamos realmente lo que queremos, seríamos felices. En eso de ser felices está el secreto para estar tranquilos y en completa armonía con los demás.
Si todos desarrolláramos eso que tenemos ganas de desarrollar, sin dejarse llevar por mandatos, por cuestiones preestablecidas, por ideas respecto a qué es lo que más conveniente hacer; si haríamos realmente lo que queremos, seríamos felices.
Vimos que las ilustraciones que realizás son muy atractivas, originales y llenas de color. ¿Te basás en algo para crearlas o son ideas que van surgiendo?
En primer lugar, gracias por lo que dicen sobre las ilustraciones. Lo que hay aclarar de esto es que, además, son totalmente hechas con tijeras y papel, hasta el más mínimo detalle. En mis libros, no en todos, pero en la mayoría, todo está hecho con papel, tijera y pegamento. Hasta las líneas, los puntos, los ojitos más chiquitos que ves, están hechos con papel y a tamaño, o sea, lo que se ve reproducido en el libro es tal cual el tamaño que tiene el papelito que está recortado con tijera o trincheta.
Son ideas que van surgiendo. Nacen a veces de una conjunción de colores, a veces de una idea que tiene que ver cómo hacer que el soporte libro funcione lúdicamente; a veces tiene que ver con un texto previo, pero la mayoría de las veces tiene que ver con cómo se manifiesta la imagen en sentido lúdico. Eso es lo que hace nacer la ilustración y lo que hace nacer el texto.
En mis libros, no en todos, pero en la mayoría, todo está hecho con papel, tijera y pegamento.
No me baso en algo para crear, pero tangencialmente pienso en que todos tenemos influencias; sí que hay influencias en mi trabajo. En mi infancia no tuve televisión, no estuve atravesado por los estereotipos como las historietas, revistas, dibujos animados, eso no me influyó. Pero por supuesto que tengo influencia de los grandes pintores, expresionistas, impresionistas, de los pintores abstractos que siempre he abrevado en esas estéticas para construir la estética mía, que me caracteriza.
Además, estoy cada vez más abstracto, buscando diálogos que tienen que ver con un juego arbitrario, analógico, tangencial, caprichoso con el color, la forma, y digo todas esas palabras que son provocativas porque me gusta provocar a través de un juego en donde las distintas cosas ponen en jaque al lector.
Sos fundador y miembro del Foro de Ilustradores/Argentina, ¿qué nos podés contar sobre esto?
En este momento el Foro de Ilustradores está dentro de una organización mayor que se llama Asociación de Dibujantes Argentinos, que nuclea Foro de Ilustradores, la Asociación Banda Ilustrada y Dibujantes Trabajando.
En este momento estoy como un consultor cuando los casos lo requieran y necesiten de mí. Estuve como 20 años llevando el estandarte del foro y en cierto momento dije “pido gancho”, necesito un respiro, esto de estar gestionando es mucho trabajo y mucha lucha y me tenía muy agobiado.
Desde ya que el mayor logro de estas instituciones, que empezamos en el Foro del que soy cofundador junto con otros ilustradores, es que se ha creado el Instituto Nacional de Artes Gráficas, que no está en ejercicio todavía, pero está creado y por unanimidad en el Congreso. Es una ley del 2014. Eso es algo muy bueno para el mundo de la gráfica en Argentina y ojalá que pueda instrumentarse y reglamentarse pronto.
¿De qué se trata «El palpitar del papel», el espectáculo que estarás mostrando en Rafaela el próximo martes?
El Palpitar del Papel es un espectáculo que llevo por distintos lados y que va cambiando de acuerdo con las cosas que tenga ganas de hacer en el momento, al diálogo que tenga con el público, a los libros que esté mostrando en el momento. Se trata de un jugar desde el escenario con el público a través de narraciones de mis libros, de mostrar que son absolutamente juegos. Entonces, eso muchas veces sorprende a los espectadores.
Me gusta mucho actuar, pero es más bien una performance creo que tiene que ver más con eso. En el medio de las narraciones, dibujar en vivo con la tijera y el papel, divertirse un rato, es algo que pasa siempre. Me divierto mucho, el público también y siempre ha sido de esa manera y lo será también en Rafaela con seguridad.
Me divierto mucho, el público también y siempre ha sido de esa manera y lo será también en Rafaela con seguridad.
He estado en Rafaela y me trataron tan bien, y tengo mucha gente que ha leído mis libros allí. Soy de San Jorge y Rafaela es un lugar que siento muy próximo. Es un espacio de mucha comodidad para mí y creo que todo va a ir bien y nos vamos a divertir mucho.
¡Conocé más a Istvan!
Web: www.istvansch.com.ar
Facebook: Istvansch
Foto de portada: Uri Gordon