Luis Machín: «La vida va por un carril diferente cuando hacés algo que te gusta»

Martes frío y gris en Rafaela. Primer día de la 13° edición del Festival de Teatro. La ciudad se preparaba para recibir las primeras obras de teatro que movilizaron a mucha gente. Supimos que estaba en momento de ensayo, así que nos dirigimos al Centro Cultural La Máscara, lugar donde ese día presentaba “El mar de noche”, intenso unipersonal dirigido por Santiago Loza.

“¿Me preparás un té?”, le pidió a la chica que estaba en la barra del centro cultural. Nos sentamos a su lado para escucharlo bien de cerca, y así comenzaron a salir las preguntas que teníamos preparadas.

¿Quién es Luis Machín?

“¡Yo! Soy yo”, exclamó muy seguro. “Un actor, padre de familia, ciudadano argentino, rosarino y adoptado por Buenos Aires hace más de 24 años. Una persona que tiene algunas convicciones y muchas más dudas que certezas.  A medida que van pasando los años, uno se va dando cuenta de que los hijos te cambian, te hacen ser una persona más comprometida con lo que pasa socialmente que individualmente, porque en la proyección de los hijos uno ve la continuidad de uno mismo, y el deseo que en esa prolongación haya un real avance hacia algo más genuino. Algo tan potente como ser padre y tener esa responsabilidad de la crianza, hace que te conviertas en un ser más social. Nuestra actividad como actores nos lleva a mirarnos de manera centrípeta, todo el tiempo ligado a lo que uno hace, mirando lo que a uno le causa padecimiento, y otras veces una enorme alegría”.

Entre la realidad y la ficción

El tiempo y los años van haciendo que uno vaya comprendiendo lo que significa la profesión y todas las cosas que la componen. En nuestro caso es la creación de personajes, los lenguajes en donde se expresa la actuación como el teatro, el cine y la televisión.

Esa convivencia hace que la otra (la de uno mismo con los personajes) sea lo suficientemente dividida como para que uno no pueda ser un psicótico, sino un neurótico y más. También años de terapia y trabajo con la psique personal, hacen que tengas los elementos necesarios para combatir cualquier idea de ingreso de un personaje a la vida personal.

A veces hay una cierta confusión de hasta dónde es el límite de la ficción, qué es lo real; si lo real es también una forma de construcción. Yo me hago esas preguntas todo el tiempo. Hasta dónde en el plano real no estás construyendo ciertas ficciones para soportar lo sinuoso que tiene la vida; la realidad tangible, las faltas, carencias. Hasta dónde uno no echa mano a la actuación para escaparse de otras cosas que te generan sentimientos de impotencia.

Eso lo tengo comprendido, me siento más pleno actuando. Es un territorio en donde me siento más libre que en la realidad. Por eso hago hincapié en los hijos, en mi caso los tuve a los 40 y 44 años. Empezás a tener otra percepción de ese jugueteo de ficción – realidad. Aprendés con la maduración que esa convivencia entre realidad y ficción es mínima, pero tiene que existir esa separación para que uno no pase de ser un neurótico a un psicótico, porque ese es un camino difícil de volver.

Hasta dónde en el plano real no estás construyendo ciertas ficciones para soportar lo sinuoso que tiene la vida.

Antes se pensaba que la locura traía aparejada la genialidad, pero ha quedado demostrado que no es así. La locura implica estadios que son difíciles de salir y donde puede haber genialidad, pero la locura puede contener una persona carente de talento y que esa persona no tenga nunca la posibilidad de tener un acto creativo. Hay que tener enorme talento para tener genialidad dentro de la locura. No digo que eso no haya existido ni exista ni existirá, pero es difícil de llevar en lo cotidiano.

En la piel de cada personaje

Los personajes te van marcando. Cada uno tiene su intensidad y cosas que te sirvieron, aunque sea para darte cuenta de que no conviene construir en algunas direcciones. No puedo hacer una diferenciación marcada entre ellos, aunque sí existen personajes que han convocado más gente, que la hicieron disfrutar de maneras diferentes.

En lo personal rescato la posibilidad de crecimiento del lenguaje interpretativo, del que uno en lo personal imprime en lo que hace. Hay personajes, por ejemplo, en televisión, que ha tenido más repercusión, que me dieron muchas gratificaciones, pero no hago diferenciación entre ellos.

Hay muchas obras teatrales que son icónicas para mí, pero como por lo general puedo elegir los personajes, trato de que esa elección sea lo que más haga, que tenga una capacidad de entrega mayor para los personajes.

Rescato la posibilidad de crecimiento del lenguaje interpretativo, del que uno en lo personal imprime en lo que hace.

¿Qué encanto encontrás en la televisión y el cine? ¿Y en el teatro?

Son lenguajes distintos, con el común denominador que uno actúa en todos. El encanto se encuentra a medida que se va trabajando, componiendo los personajes. El nuestro es un arte que se manifiesta en la composición de equipos. La actuación depende de lo que hagan los otros también.

En la televisión y el cine es fundamental el encuentro y la posibilidad de desarrollo de la actuación con equipos de trabajo sólidos, comprometidos. El encanto se descubre cuando pasa el proceso de creación. En la televisión se vincula a la inmediatez sin casi posibilidad de repetición, entonces hay que estar preparado para lograr actuaciones efectivas y que reboten en la gente de manera positiva.

El encanto se encuentra a medida que se va trabajando.

El cine también se basa en la elaboración, temas, guión, dirección fundamental y en el teatro también la elaboración es importante. En ambos casos hay cines y teatros más industriales o comerciales, y otros de autor y de períodos de creación más extensos.

El encanto en la construcción tiene que ver con el encanto del que mira. Estos lenguajes se complementan con el espectador. Uno intenta que las cosas sean de calidad. No actúo siempre pensado en que a la gente le tiene que gustar lo que hago, pero pienso que, si eso gusta , va a tener mayor repercusión.

Multitud de personajes, multitud de facetas

La convivencia de lenguajes no es algo nuevo en mí, lo hice muchas veces. Eso lo brinda el conocimiento personal de cómo se afina el instrumento para tener respuesta de diferentes lenguajes, sobre todo para tener respuestas a una demanda personal. Para mi actuar no es cualquier cosa.

Es fundamental hacer las cosas con gusto. La vida va por un carril diferente cuando hacés algo que te gusta.

“Siempre tengo enormes ganas de actuar y esas ganas se mantienen, vaya uno a saber por qué. No me quiero poner a formular, no sea cosa de que me dé cuenta de que algo no me gusta mucho y me arrepienta”, confiesa el actor entre risas.

Hacer varias cosas a la vez no significa que le quites energía a cada una, lo veo más como una optimización del tiempo, para que me dé la posibilidad de navegar en aguas que me resultan atractivas.  Le otorgo muchas horas y tiempo a mi actividad. Es fundamental hacer las cosas con gusto. La vida va por un carril diferente cuando hacés algo que te gusta y cuando no. Fui descubriendo esto a medida que pasan los años.

Hacer varios papeles a la vez no me produce nada malo, por el contrario, me da un mayor sentimiento de confianza con el tiempo. Si bien te demanda efectividad, trato de elegir cosas que me saquen de esos encuadres que me tienen como más efectivos. He hecho varios malditos, son lugares donde la gente te encuadra, y si cambiás de género con una comedia, se rompe ese molde.

¿Qué se dice del Festival de Teatro de Rafaela en el ambiente artístico de Buenos Aires?

Cada año que pasa, veo que el festival se va haciendo más grande. Eso se hace acumulativo y los años y la experiencia van logrando que tenga más repercusión. Las veces que vine al festival, creo que ya es la tercera, noto la calidez del recibimiento y la cantidad de expectativas que genera en la zona.

Ping pong Milénico ????

Un escritor: Sergio Bizzio

Una película: Un lugar en el mundo

Un momento del día: tardecita, noche

Un defecto y una virtud: soy prejuicioso de entrada con la gente, pero tengo la virtud de que puedo cambiar eso rápidamente cuando la conozco.

Un referente de tu vida: Tato Pavlovsky

Una serie: Breaking Bad

Un pasatiempo: leer novelas o cuentos cortos

Una ciudad: París