Optimista, activa y alegre. Así podemos definir a María Josefa Sabellotti, más conocida como “Popi», quien cree firmemente en que la cultura genera cambios muy positivos en la sociedad y que es indispensable en cualquier comunidad. Por eso trabaja con mucho compromiso para que esta meta se cumpla día a día .
¿Cómo es Popi?
Popi es como la ven. Feliz, espontánea, le encanta sonreír y cree fuertemente en las cosas que son invisibles a los ojos. Se puede equivocar como todo ser humano, pero siempre tiene buenas intenciones.
Nunca suelta el humor y la alegría, al menos trata de no hacerlo todo el tiempo. No tiene doble cara, ni doble discurso, es como habla, como se expresa. Así es Popi.
¿Cómo te dividís en tu rol de madre y en tu rol de funcionaria?
La verdad creo que no me divido. Uno es todo el tiempo con muchas facetas y aspectos. Particularmente creo que las mujeres tenemos un don especial que es poder desarrollarnos en distintos planos, y es lo que me toca hacer hoy.
Por momento soy gestora cultural, por momentos soy mamá y todo el tiempo me organizo para estar presente con mis hijos y al mismo tiempo profesionalizarme.
Hoy creo que también el desarrollo tecnológico nos invade y nos deja cumplir varias funciones al mismo tiempo, hace posible la conexión todo el tiempo con nuestras tareas. Pero a veces es un riesgo que no es tan fácil de manejar.
Me pasa que cuando estoy con mis hijos, también sigue estando presente el celular, los llamados, mensajes y eso puede quitarle calidad a ser madre y esposa y tener una familia. Por eso también busco el equilibrio que tiene que ver con estar a la altura de las circunstancias en mi trabajo, y ser buena madre y esposa.
¿Cómo es un día en la vida de Popi?
Mis días son intensos. Esa es la palabra que más define mi cada minuto. Literalmente no paro. Es un trabajo altamente exigente, muchísima responsabilidad, al igual que en la crianza de mis hijos.
Si no estoy trabajando estoy con mi familia o amigos y a veces en simultáneo. De lunes a lunes estoy activa. Las actividades culturales suceden por la noche, tarde, y trato de estar en todo, no solamente en lo que organizamos desde Cultura.
Cuanto más pueda conocer a Rafaela, más me permite tener un contacto real con las personas, con quienes compartimos actividades y proyectos.
¿Cómo ves la cultura en Rafaela con el paso del tiempo?
Noto que la cultura en Rafaela se ha profesionalizado y eso me alegra mucho. Cuando me empecé a vincular con la Secretaría de Cultura en el año 2005, puedo ver que al día de hoy ha mejorado en los proyectos y propuestas, además de la gran diversidad de manifestaciones artísticas que aparecen constantemente.
Sigue siendo el Estado el principal actor de hechos culturales, pero también lo son artistas y emprendedores que, con mucho esfuerzo, llevan adelante diversas alternativas en la ciudad, y todo eso demuestra que la cultura se ha profesionalizado.
Creo que el Estado no solo tiene que ser un promotor de hechos artísticos y culturales, sino también promover para que sean cada vez más los emprendedores culturales que expongan su mirada y opiniones sobre las cosas.
¿Qué es lo que más te gusta de la cultura?
Lo que más me gusta de la cultura es el poder de transformación, ya sea individual, grupal, o comunitario. Eso es lo más lindo y lo más estratégico, tiene un poder que me atrajo siempre.
La cultura a través de la experiencia generó en mí cambios, experiencias significativas y eso creo fuertemente en el poder transformador del arte.
Todo el tiempo queremos transformarnos como comunidad. Desde ese punto de vista la gestión cultural es estratégica y por eso tiene que estar en agenda. Son procesos que llevan tiempo, pero si lo pensás firmemente y lo trabajás, se pueden generar cambios.
La cultura a través de la experiencia generó en mí cambios, experiencias significativas y eso creo fuertemente en el poder transformador del arte.
Este año se realizó Radar, el primer Taller de Mapeo Urbano de la ciudad. ¿Cuál es el objetivo de esta nueva idea? ¿Cómo respondió la gente?
Radar fue una de las propuestas dentro de un proceso que inicié durante mi gestión. Antes hubo también otros hechos que tienen que ver con Radar. La idea es construir colectivamente políticas privadas y públicas desde el Estado para la comunidad de Rafaela, junto a los actores principales del sector cultural y creativo de la ciudad.
Desde el año pasado vengo teniendo reuniones que se plasman en esta actividad que llevamos a cabo en abril. Es un mojón dentro de un proceso que viene para no irse, que tiene que ver con el rol del Estado en la promoción de actores y emprendedores culturales.
Además, nos sirve para sentarnos a conversar entre los que pertenecemos al sector cultural. Pensar acciones, detectar demandas, potenciar actividades que necesitan crecer más. Esta instancia de Radar sirvió para darnos cuenta de que hay muchas personas vinculadas a distintos sectores como el audiovisual, editorial, artes escénicas, música.
RADAR nos sirve para pensar acciones, detectar demandas, potenciar actividades que necesitan crecer más.
La convocatoria fue muy buena, los distintos sectores fueron muy bien representados,. Artes Visuales es uno de los sectores que organizamos. Son seis en total, es una clasificación que no es deliberada sino que tiene que ver con los parámetros y las variables que se utilizan a nivel nacional.
Fueron cerca de 100 personas o más las que se sumaron, y eso nos pone contentos. Nos sentimos acompañados y esto continúa. Ahora, debemos una devolución y lo estamos trabajando para ponerlo nuevamente en discusión y poder compartir las conclusiones que surgieron.
¿Cuál es tu mayor desafío?
Hoy mi desafío es cumplir los objetivos y las metas que desde mi trabajo fui pensando y diseñando junto al equipo de trabajo. La Secretaría de Cultura integra el Gabinete Social de la Municipalidad, así que también queremos estar a la altura de las circunstancias en cuanto a lo que Rafaela necesita. Quiero ser una buena gestora y ayudar a que sea cada vez una mejor sociedad.
En lo personal, mi mayor desafío es criar a tres hermosas personas para que sean felices y sobre todo muy buenos seres humanos, sobre todo involucrados en la sociedad.