Soñadora y entusiasta, siempre va en busca de nuevos horizontes y proyectos. Hoy presentamos a Mariela Eier, una de las voces femeninas que hace furor en nuestra ciudad, y más allá.
¿Quién es Mariela?
“Mariela tiene el karma de la humedad de Rafaela en su garganta. Es un bicho de ciudad, siempre vivió aquí y por eso no entiende la conexión que tiene con lo simple de, por ejemplo, el sonido de los tambores, lo que la une a la cultura indígena y ancestral”, confiesa la artista a Milénica.
“Es profesora de Lengua y Literatura, ama los libros, sobre todo la buena poesía y la literatura fantástica. Ama a su perro, su jardín, el cine. Odia la falsedad y a veces es demasiado vulnerable aunque parezca que tiene un carácter fuerte. Tiene 30 años, aunque no lo parece, es sencilla y complicada a la vez como todo ser humano, con sus contradicciones y dudas”.
“Mariela, es de las que creen que uno se va haciendo toda la vida, y siente que cantar para ella es una vía de escape, un cable a tierra”, asegura.
¿Cómo empezó tu pasión por la música?
“No tengo idea de cómo empezó mi pasión por la música”, sostiene un poco extrañada, “en mi casa nadie la practicaba. Recuerdo que de chica ponía casetes y buscaba cualquier cosa que haga de micrófono y pasaba horas cantando. Es un recuerdo que me genera gracia, una anécdota”, nos cuenta entre sonrisas.
“De chica no me animaba a pedirle a mi papá que me pague un profesor de canto, y además era muy tímida, pero pude salir de ese cascarón. La mayoría de mi familia no se imaginó que yo podía estar parada arriba de un escenario. En realidad, estando ahí parada es donde descubrí la felicidad, que para mí no es algo eterno sino efímero. Ese verdadero sentimiento de plenitud, que sentí cantándole al público”.
¿Cómo es tener a Claudio Duverne de compañero?
“Cuando empezó a acompañarme como alumna de Antonio Fassi, Claudio estuvo en todo mi camino de crecimiento cuando arranqué en presentaciones como alumna en el año 2009”, recuerda. “Comodidad, seguridad y aprendizaje”, expresa con seguridad la cantante. “La comodidad de trabajar con un excelente músico, serio en lo que hace y que genera un producto de calidad como se espera. Es una especie de maestro. Con su experiencia puedo aprender de cada ensayo algo más. Estoy feliz sabiendo que una persona como Claudio me acompaña en un proyecto musical y lo sienta como propio también”.
Junto al reconocido pianista, Mariela presentó a fines de junio un espectáculo en la ciudad de Sunchales. ¿Qué trae este nuevo proyecto?
“Estamos trabajando en un repertorio de música latinoamericana. Abarcamos algunos temas del cancionero argentino, porque no pueden faltar. También incursionamos en otros ritmos como el candombe; visitamos la música de México, Perú, Cuba, después de pasar por nuestro norte argentino”
“Me gusta llamarla música latinoamericana por la temática de las canciones, porque la mayoría hablan de nuestra tierra, paisajes y gente”, nos cuenta la artista.
Después de Sunchales, ¿se presentarán en otro lugar?
“La idea es poder presentar este repertorio en la ciudad de Rafaela, abriendo un poco el abanico a otras disciplinas artísticas. Es un proyecto que tengo en mente, se está desarrollando y no descarto la idea de grabar un nuevo disco. Voy de a poco, como la vida me va mostrando todo esto que me hace feliz”.