Fernando Parrado nació en Montevideo, Uruguay el 9 de diciembre de 1949. Hoy se lo conoce por ser uno de los sobrevivientes del accidente que dejó una gran marca en la historia aérea, junto con otros quince pasajeros más.
Dos meses atrapados en las montañas y una larga caminata de diez días para encontrar ayuda, junto a su amigo Roberto Canessa, dejaron en su vida una enseñanza y un recuerdo imborrables.
El viernes 25 de agosto estará en Rafaela por segunda vez para brindar una conferencia en el Cine Teatro Municipal Manuel Belgrano. Una historia de coraje, determinación, liderazgo y trabajo en equipo.
¿Quién es Fernando Parrado hoy?
Una persona, a la cual se le dio la oportunidad de nacer dos veces. La primera vida fue corta, pero con el cariño, el amor, la educación y el deporte, que permitió el acceso a la segunda vida. Hoy, creo que he logrado gracias a las experiencias de la Universidad Helada de Los Andes, una buena combinación y balance general entre todas las cosas.
La familia siempre ha estado en primer lugar. El trabajo me ha permitido acceder a cosas que nunca soñé. El deporte y los amigos, me llenan de emociones y vivencias intensas y queridas. Y mis perros…me han dado abrazos con sus miradas. Hoy, no puedo pedir nada más.
¿Qué lugar ocupa el rugby en tu vida?
No está en primer, segundo o tercer lugar… el rugby está allí en mi vida. Cómo no va a estar, ¡si el rugby me salvó la vida! Jamás hubiéramos podido hacer lo que hicimos, si no hubiéramos sido rugbistas.
Hay muchos deportes en los que se celebra el espíritu de equipo, pero nada puede igualar a los sentimientos y amistades que se hacen dentro de una cancha de rugby. Las amistades del rugby son las que perduran en la vida, tal vez más allá que otras. Para mí es casi una religión.
¿Cómo fue transformar lo que te sucedió en una experiencia que hoy podés contarle a todo el mundo?
Mi padre era el rey del pragmatismo y lo que me enseñó ayudó mucho a que yo pudiera sobrevivir en Los Andes. El día que logré salir de allí nunca más miré hacia atrás y decidí tener una vida. Por 26 años no di ninguna conferencia. ¿Por qué? Pues, porque nadie me había llamado para eso.
Una vez que me llamó una empresa norteamericana, fue luego como una avalancha de pedidos. Fui el primero de mis amigos en dar conferencias y hoy creo que diez dan conferencias o “charlas” como las llaman ellos.
El día que logré salir de allí nunca más miré hacia atrás y decidí tener una vida.
Yo no doy charlas, y tal vez, no doy conferencias, sino que comparto cosas que son interesantes y aplicables por cada uno que escucha, a su propia vida, que a veces tiene montañas, aunque no se vean.
Hoy recorrés cientos de países llevando tu historia de valentía y motivación. ¿En qué sentís que ayudás a personas que están viviendo momentos difíciles?
¡Creo que es más lo que se habla que lo que hago! Solamente doy hoy, diez conferencias al año y elijo muy bien a donde quiero ir. Nunca voy a un lugar en el que no quiero estar. Si voy es porque quiero hacerlo y dar lo mejor de mí. Sí he recorrido mucho y conocido lugares, a los cuales nunca hubiera llegado. Pero lo más lindo son los amigos que he logrado en diferentes partes del mundo.
Ahora vengo a Rafaela, por amistad y amor al rugby. Podría estar en Australia, en un foro de liderazgo mundial, pero prefiero Rafaela. Todas las personas pasan por algún momento difícil en sus vidas, que puede ser de relaciones, trabajo, enfermedad, depresión. Es raro que una vida sea totalmente perfecta y color de rosa. Y cuando escuchan que alguien ha podido superar cosas absolutamente insuperables, difíciles y ha vuelto a la vida normal, asocian esa experiencia a su vida y tratan de superarse.
Ahora vengo a Rafaela, por amistad y amor al rugby. Podría estar en Australia, en un foro de liderazgo mundial, pero prefiero Rafaela.
El 25 de agosto visitarás nuevamente Rafaela, ¿qué te llevaste de aquella primera visita, y qué traerás en esta nueva oportunidad?
Me llevé a Rafaela en el corazón. Su gente, el CRAR, el TC, el asado en lo de Guillermo Eguiazu con amigos ¡y una bufanda que le robé a Pepe…!
¿Un breve mensaje para aquellos que están buscando una salida?
¡Ojalá hubiera un mensaje aplicable a cada persona! Ojalá tuviera yo la capacidad de poner en una frase, la solución y la respuesta a tantos problemas y preguntas.
Simplemente les puedo decir, que la vida es algo tremendamente hermoso y digno de vivir. Solamente cuando uno vuelve de la muerte se da cuenta de lo lindo que es respirar. Todos tenemos problemas y también tenemos momentos fantásticos.
En los momentos duros, hay que buscar mucho adentro nuestro, ser los líderes de nuestra vida y no esperar a que los otros la solucionen.