Natalia Pellegrinet

Natalia Pellegrinet: “Hacer música es como estar jugando y eso es fascinante”

Con una voz espléndida y una actuación que da que hablar, Natalia participó en varios proyectos musicales junto a Gonzalo Aloras, compartiendo escenarios con Fito Páez y Fabiana Cantilo. Luego se sumó a la banda rosarina “Mumenko”, grabando los coros.

En el año 2005, viajó a España integrando el dúo “Les Pellegrinet” (bossa nova), viajando por Barcelona y Madrid. En 2008, colaboró en la grabación del disco de la banda “Ora Sauce”, también de Rosario, e integró un dúo de bossa nova jazz con el pianista Lisandro Massa, participando así en el Festival de Jazz de dicha ciudad. En estos momentos acaba de lanzar su disco “Pluma”, un proceso muy importante para ella ya que está dedicado a su padre.

 ¿Cómo empezaste con la música?

A los 6 años empecé un taller de guitarra que daban en la escuela después de clase. Lo daba la maestra de música que se llamaba Cecilia, me acuerdo mucho de ella. Nos enseñaba cantidad de canciones. Lamentablemente, no conservo aquella guitarra con la que empecé, ya que con mi familia nos mudamos muchas veces durante mi infancia. Pero sí tengo el recuerdo intacto del olor que tenía y el ruido del cierre sobre la funda.

¿Qué es lo que más te gusta de expresarte por medio de la música?

Creo que me sale mejor expresarme a través de la música que hablando. Lo que más me gusta es que es genuino y me siento cómoda en ese terreno. A su vez, creo que el hacer música es como estar jugando, y eso es fascinante.

¿Recordás la primera vez que cantaste en público?

La primera vez que canté en público fue a los 12 años en el Centro Cultural La Máscara, con la banda Addenda. Ricky Gigena, integrante de la banda, era mi profesor de música en la escuela y me invitó, con mucha generosidad y confianza, a cantar un tema con él. Inolvidable. Atesoro mucho ese momento.

Venís de una familia de músicos, ¿sentís que es un compromiso cantar o un don heredado?

No es un compromiso, para nada, ni tampoco creo que sea un don heredado. Tener músicos en la familia siempre ha sido, y es, una motivación y un estímulo permanente.

¿Por qué nombraste Pluma a tu disco? ¿En qué se basa el repertorio?

Se llama Pluma porque todas las canciones están atravesadas por la pérdida física de alguien muy importante para mí que es mi papá. Representa la metáfora del pájaro que se va, dejando una pluma sola y perdida en la tierra.

Pluma es un disco de diez canciones compuestas y escritas por mí, en el que tuve por primera vez la experiencia de grabar, además de las voces, las guitarras. Algo hermoso y muy importante para mí.

¿Qué lugares vas a recorrer con el disco?

Tenemos fechas en septiembre para presentar el disco en Buenos Aires, Santa fe, Rosario y Venado Tuerto. Ya lo presentamos en Rafaela y en Sastre. Y espero poder llevarlo por muchos lugares más.

Ahora que cumpliste este sueño o meta de haber grabado un disco, ¿te queda algo más pendiente?

Esto recién empieza, es el comienzo. Grabar un disco representa el cierre o consolidación de una etapa y el inicio de otra. Ahora se viene la mejor parte que es tocar y poder, ojalá, llevarlo por todo el mundo. Me quedan muchas cosas pendientes por suerte. Es el motor de todo. Cómo decía mi abuela: siempre es el penúltimo, nunca el último.