Nenúfares: surrealismo y extravagancia en su máxima expresión

“Nenúfares, un espectáculo puto” es una obra dirigida por Pablo Tibalt, quien al mismo tiempo se transforma en actor junto a Edgardo Dib, Gerardo Casas y Lucas Ruscitti.

En esta nota, Pablo nos cuenta cómo se inspiró en el universo del grandioso Copi, de qué se trata la historia y cómo fue el trabajo entre los cuatro, llegando a cumplir un año desde su estreno y visitando diferentes provincias y festivales del país.

La obra está basada en el universo de Copi, reconocido escritor, dibujante, actor y director de teatro en los años setenta. ¿Qué los inspiró para llevarla adelante?

El Universo de Copi es un universo plagado de provocación, de imágenes, de encanto, de cuestiones que tienen que ver con la idiosincrasia argentina. Es un universo provocador en lo político, en donde el juego, lo fantástico, lo extravagante y lo extraordinario están muy presentes, entonces son todos esos elementos que nos inspiraron para trabajar en este homenaje a Copi, que es Nenúfares.

¿Qué relación tienen los personajes con los nenúfares? ¿Cómo los van haciendo florecer? ¿Cómo juega el surrealismo en la obra?

La obra trata de un escritor, de Copi, nuestro Copito, tratando de escribir. Los nenúfares son esos personajes de fantasía que él tiene en su cabeza y que hace florecer para empezar a contar o intentar contar una historia. Por ahí pasa en parte el surrealismo con la propuesta y la relación de los personajes con los nenúfares. Estos personajes que en un principio son estas flores acuáticas de aguas tranquilas, después empiezan a querer revelarse de los mandatos o deseos del autor y a seguir sus propios deseos. Por momentos el autor los abandona y por momentos la desobediencia parece llevar el relato a lugares inesperados. Además, el surrealismo aparece en la propuesta de estos actores, tres cuerpos de hombres vestidos de mujer, frente a los cuales la dramaturgia nunca termina de dar cuenta de esta rareza. Los tres personajes tienen fuertes estereotipos: por un lado, la madre, por otro la diva y por último la niña candorosa. La obra, en general, para el espectador es como estar en una especie de sueño, es un espectáculo onírico, donde la imaginación del público está siempre jugando al desafío que tiene un autor cuando cuenta algo.

Crédito: Pablo Tibalt

¿Cómo fue trabajar junto a Edgardo Dib, Gerardo Casas y Lucas Ruscitti?

El trabajo con el equipo en general fue enriquecedor para todos. Trabajar con Edgardo Dib fue un placer, y la posibilidad de compartir esa puesta en escena con alguien tan sabio, fue poder descansar a la hora de dirigir, estando afuera como director y adentro como actor. Son dos roles que pude cumplir gracias a la presencia de Edgardo en el equipo. En el caso de Gerardo y Lucas, son dos actores de una generosidad extraordinaria que han confiado en el producto y en mí como director, y en Edgardo también. Ellos se suman al juego y cada presentación es para disfrutar.

Un año colmado de presentaciones

“El espectáculo ganó la Fiesta Provincial del Teatro en 2017 y eso hizo que nos presentáramos en la ciudad de Mendoza y que luego hiciéramos una pequeña gira nacional San Juan, Córdoba y Rosario. A lo largo del 2017 hicimos una temporada muy importante en la 3068, y también visitamos Esperanza y también participamos en un Festival de Cuerpos y Teatralidad en Paraná. El sábado 17 de febrero, Nenúfares cumple un año desde el estreno, y la presentación en Rafaela nos va a servir para celebrar este primer aniversario”, asegura con orgullo Pablo.