Tuvimos la oportunidad (¡y la suerte!) de poder entrevistar a Perotá Chingó, la banda que está haciendo eco en la música lo largo de nuestro país y en el exterior también. Ya llevan tres álbumes creados, los cuales muestran un gran intercambio musical y de distintas culturas.
Ritmos marcados y estilos llamativos conforman el repertorio de sus canciones. Entre ellos el reggae, las clásicas zambas argentinas, música popular chilena, chacareras, sambas que hacen mover el cuerpo recordando a Brasil y más.
En esta nota te contamos cómo fueron los inicios de Perotá Chingó, sobre “Aguas”, el último disco que fue lanzado este año y la importancia que tiene el público en sus recorridos.
¿Quiénes forman parte de Perotá Chingó actualmente?
Desde un principio estamos Dolores Aguirre (guitarra y voz), Julia Ortiz (voz), Martín Dacosta (percusión) y Pocho Alvarez (visuales y producción). También estaba Diego Cotelo (guitarra) pero hace unos años decidió volverse a su país natal, Uruguay.
Entonces, a partir de ahí, pasaron varios integrantes más, entre ellos Ezequiel Borra, que estuvo con nosotros durante un año, y hoy en día está Andrés Villaveiran (teclados). A esto se les suma Javier Viña como sonidista.
¿Cuánto tiempo hace que se conocen y de dónde provienen cada uno?
Lola y Julia se conocen desde chicas, iban al mismo colegio juntas. Luego los demás nos fuimos conociendo a lo largo de la vida por distintas situaciones. Todos somos de Buenos Aires menos Martín que nación en Brasil, pero que hace tiempo ya vive en Buenos Aires también.
¿Cómo comenzaron a tocar juntos, y cómo surge el estilo de música que los caracteriza?
Como ya es sabido, todo comenzó con el video de Ríe Chinito de manera casi casual, y desde ahí se formó lo que hoy es Perotá Chingó. Una banda que salió a tocar y viajar desde su nacimiento mismo.
Todo fue muy repentino y vertiginoso. El estilo nunca fue estilo ni una búsqueda, simplemente del empaste de las dos voces de Juli y Lola. Lo que se tuvo siempre presente fue acompañarlas desde un lugar que las potenciara.
A lo largo de estos años han crecido tanto musical como artísticamente. Sus discos son cada vez más elaborados a medida que pasa el tiempo. ¿Qué pueden decir acerca de esto? ¿Cómo es su trabajo diario para lograrlo?
Lo musical está íntimamente implicado con lo vincular. Antes que músicos somos seres humanos como cualquier otro, seres que pasan incesantemente por una marea de emociones, sensaciones y experiencias, y a nosotros nos toca de cerca el aprender a relacionarnos desde un lugar muy íntimo.
A la vez, hacemos música y nos encanta lo que hacemos. Podría decirse que la complejización de la música que hacemos es directamente proporcional a la experiencia vincular que vivimos en el día a día.
Lo musical está íntimamente implicado con lo vincular
Perotá tiene mucho de eso, un reflejo de lo que somos vivencialmente plasmado en un disco. Y claro, además hay siempre un intento de profesionalización respecto a lo que se hace, ya sea desde estudiar cada uno su instrumento, como de abrir y empezar a trabajar con gente experimentada del medio.
Viajaron llevando su música por muchos lugares del mundo…. ¿Hay alguno en particular que los haya sorprendido y no puedan dejar de recordar?
Vivimos experiencias hermosas en estos cinco años que llevamos viajando y cada lugar y momento realmente encuentra su manera de sorprender.
Hay momentos que siempre recordamos, pero son muchos y cada vez más, como por ejemplo los primeros festivales a los que fuimos en Europa, lugares increíbles con mucha gente acampando y una cultura de festival que nosotros no conocemos en nuestro país.
¿Cómo es el público que los sigue en sus shows?
Hermoso, variado, atento, respetuoso. Le tenemos mucho agradecimiento al público en general. Se crean atmósferas muy armoniosas en los conciertos y eso es producto de todos los presentes. La gente va muy dispuesta a pasarla bien, a abrir el cardíaco y dejarse llevar por las emociones.
La gente va muy dispuesta a pasarla bien, a abrir el cardíaco y dejarse llevar por las emociones.
¿Qué hay de «Aguas», su nuevo disco?
Hay de todo. Nos llevó mucho, mucho trabajo. Nos internamos nueve meses a trabajar todos los días, muchas horas por día. Nos comprometimos mucho con este nuevo disco, y a la vez fue apareciendo y emergiendo más allá de nosotros y más allá de la concepción individual de cada uno de los integrantes.
También nos abrimos a trabajar con más gente, lo cual trajo frescura y diversidad. Fue casi un año de entera dedicación y hoy acá estamos, agradecidos y muy conformes con el resultado. Y asimismo, la devolución que nos dan es muy gratificante.
¿En qué momento musical se encuentran hoy? ¿Tienen fechas programadas?
Estamos en plena presentación del disco, organizando fechas y viendo cómo encarar el año que viene. Ahora mismo tenemos un noviembre de varias fechas por varias ciudades argentinas y mientras eso se va armando estamos viendo a qué otros lugares se puede ir, teniendo en cuenta también que necesitamos un descanso y un pequeño parate para juntar energías, tomar impulso, y arrancar el 2018 llevando el nuevo disco a todos los lugares donde nos piden.
¿Piensan visitar Rafaela más adelante?
La verdad que nos encantaría poder ir a todos los lugares donde nos llaman o escriben, pero se hace imposible porque son infinidad de localidades, y la verdad a veces hay que simplificar y, lamentablemente, son las ciudades más grandes las que terminan siendo los puntos con más posibilidades de ir. Sin embargo, también nos gusta salirnos de la ruta y visitar lugares que no son generalmente muy tenidos en cuenta.
Ojalá podamos ir en un futuro, pero bueno, de no poder ir específicamente allá, confiamos en la posibilidad de que puedan acercarse quienes quieran a alguna ciudad cercana que seguramente vayamos, como Santa Fe.
Nos gusta salirnos de la ruta y visitar lugares que no son generalmente muy tenidos en cuenta.
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