México es tan diverso que, una vez que pisaste el territorio, no sabés a dónde ir primero.
Cuando estábamos en Teotihuacán, al norte de la CDMX, pensábamos en playita. Es que después de vivir un año frente al mar en el inolvidable Ecuador, nos pegó fuerte pasar al invierno de un momento a otro.
Pero había muchas opciones de playa. Porque no es solo la Riviera Maya con su maravilloso mar caribe. El Pacífico también esconde mucha magia en sus pueblitos y su gente.
Nos mencionaron Oaxaca, pero no estaba en los planes. Empezamos a investigar y nos encontramos con lugares hermosos pegaditos al mar
Luego de visitar la increíble ciudad de Puerto Escondido, con sus diferentes rincones y ondas, nos fuimos para Mazunte, un pueblito de pescadores que, en los últimos años, se convirtió en el boom de los yoguis, los veggies y los artistas callejeros. De esos lugares que no sabés que tiene, pero que te atrapan tanto que cuesta tomar la decisión de irse.
Posada La Sábila fue nuestra primera parada. Allí nos atendió Carla, quien vive con su simpática perra Piraña, que ama el mar tanto como ella.
Puro relax
Si hay algo que no falta en La Sábila, es la paz y la tranquilidad que hacen un descanso asegurado. Son cinco habitaciones en medio de un bosque, donde el ruido de la calle no tiene alcance y se duerme tan profundo que no vas a poder creerlo.
Las habitaciones de la planta alta, tienen la particularidad de estar completamente abiertas, no hay vidrios ni cortinas que frenen el hermoso aire que entra por las noches, lo que hace que el descanso sea aún más relajante.
Muy eco friendly
Algo que nos encantó de La Sábila, fue su enorme respeto por el medio ambiente.
Desde la separación de residuos y su compost propio, hasta su baño seco que contribuye al cuidado del agua, que en Mazunte es muy escasa y muchas veces el pueblo se queda sin este recurso natural tan necesario para nuestra vida.
También se evita el uso de las bolsas plásticas, reemplazándolas por papel. Y cada baño tiene su shampoo y su acondicionador orgánicos, para que te olvides de comprar durante los días que estés allí.
En el corazón de Mazunte
La ubicación de La Sábila es la ideal para disfrutar de este pueblito tanto de día como en la noche. Se encuentra sobre calle Rinconcito, la más concurrida por locales y turistas. Pero como hay que subir algunas escaleras para ingresar, está a la distancia necesaria para no distraerse y disfrutar del sonido que nos regala la naturaleza.
La playa está a solo doscientos metros, por lo que podés ir todas las veces que quieras a relajarte, hacer ejercicio, tomar sol o refrescarte en el mar cristalino de aguas turquesas.
¡Seguí a La Sábila en las redes!
Instagram: La Sábila
Facebook: La Sábila Mazunte