Niño sirviendo agua

Proyecto Agua Segura: Pequeños pasos que se convierten en una gran ayuda

Agua segura es una empresa social que otorga soluciones ante la agravante crisis del agua, en este caso trabajando en Argentina. Muchas familias consumen diariamente agua contaminada y, lamentablemente, fallece una gran cantidad de niños pequeños a causa de enfermedades transmitidas por esa contaminación.

Fue por este motivo, que Nicolás comenzó a buscar la manera de empezar a reducir estas situaciones, y así surgió Proyecto Agua Segura.

A través de esta idea, cofundada por Nicolás Wertheimer y su socio y cofundador, Julián Weich, trabajan con familias, escuelas rurales y centros comunitarios de nuestro país que beben agua sin tratamiento.

Tuvimos la suerte de poder entrevistar a Nicolás, para que nos cuente desde su propia experiencia cómo fueron los inicios de Proyecto Agua Segura, y cómo lo acompaña Julián desde el primer día en este emprendimiento social y solidario.

¿Cómo surge la idea de realizar este proyecto?

Comencé a estudiar Medicina siendo muy joven, a la edad de 17 años. Viajando, mientras aprendía, estuve en Suecia, Estocolmo. Después llegué a Estados Unidos y trabajé en el Hospital de la Universidad de Pensilvania.

De vuelta en la Argentina, me recibí en el Hospital Universitario Austral de Buenos Aires y pasé a trabajar en el Hospital de Vicente López. Fue ahí donde algo en mi cambió. Por un lado, veía a muchos pacientes, sobre todos chicos, llegar con dolores estomacales, producto de parásitos contraídos por el agua sin tratamiento y la falta de hábitos de higiene saludables. Por otro lado, empecé a sentir que mi lugar ya no estaba en el hospital.

Fue así que comencé una búsqueda y comprendí que lo que veía en el hospital era un problema mundial con respecto al agua. Encontré algunos datos que me impactaron. Por ejemplo, según el Censo de 2010, casi el 17% de la población no tiene agua de red. Según Joint Monitoring Programme (OMS y UNICEF, 2015) cada año son 1.500 millones las personas afectadas por enfermedades transmitidas por el agua.

NiñasPero, además de estos datos, encontré una foto en Google que me marcó. Eran chicos en África que bebían agua turbia de un río con un dispositivo que parecía una pajilla. Seguí investigando, se trataba de un filtro microbiológico estudiado por la OMS.

Este fue uno de los primeros pasos para fundar Proyecto Agua Segura, y otro decisivo sería la incorporación de Julián Weich, que aportó todo su conocimiento como embajador de UNICEF, reforzando la dimensión educativa que tiene esta empresa social.

Sos un millennial que realmente se preocupa por el futuro. ¿Cómo es llevar adelante este importante proyecto, más allá de lo que se habla de los jóvenes de hoy?

Me resulta extraño considerarme como un millennial, sobre todo porque la definición a veces es muy amplia, más allá de haber nacido entre mediados de los 80. Lo que si te puedo decir es que soy joven, y por más ambicioso que suene, quiero cambiar el mundo.  Por eso hago todo lo que hago.Persona mostrando como sale el agua

Trabajo, formé un gran equipo de personas dentro de una empresa social y busco constantemente aliados que quieran sumarse. Es un gran desafío, porque la meta es grande. Queremos que todas las personas tengan la posibilidad de acceder al agua segura, pero me tomo el camino con mucha satisfacción y felicidad.

«Soy joven, y por más ambicioso que suene, quiero cambiar el mundo»

¿Quiénes están con vos detrás de esta iniciativa?

Julián Weich está desde el día uno COMO MI SOCIO Y COFUNDADOR, y formamos un gran equipo dentro de Proyecto Agua Segura. Creo que el trabajo en equipo es fundamental y por eso tenemos muchos aliados, de todos los sectores: púbico, privado y sociedad civil.

Julian Weich hablando¿A qué lugares llegaron con Proyecto Agua Segura?

El proyecto llegó a Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Misiones, Nuquén, Salta, San Juan, Santiago del Estero, Tucumán, Santa Fe, La Rioja, Jujuy, Rio Negro y Chubut.

¿Cómo responde la gente de las distintas comunidades?

Recibimos grandes respuestas. Nuestros programas se basan en la tecnología y la educación. La tecnología es muy fácil de utilizar, no requiere energía eléctrica ni ningún tipo de conexión. La educación permite entender por qué implementamos la tecnología y por eso es una pata fundamental. Enseñamos qué es el agua segura y qué consecuencias puede traer el agua sin tratamiento. También brindamos información sobre el ciclo del agua, el agua segura como derecho humano y hábitos de higiene para estar saludables. Todo eso permite que recibamos un gran afecto de las personas, nos llevamos amigos de cada experiencia.

¿Cómo es trabajar con Julián Weich, una persona famosa y solidaria al mismo tiempo?

Me cuesta considerar a Julián como una persona famosa, sé que lo es y así también lo recibe la gente. Pero en cuanto al trabajo, no es más ni menos que nadie del equipo. Pone el cuerpo, viaja a las comunidades para implementar nuestros programas y también está presente cuando tenemos una reunión con un aliado. Es un gran compañero y amigo.Julian Weich entregando Dispenser a mujer

¿Tenés pensado otros proyectos para ayudar a los que más lo necesitan?

Actualmente nos estamos enfocando en Argentina y en llegar a todas las comunidades que nos necesitan con agua segura y educación. Sabemos que hay muchas necesidades y también por eso nos aliamos con ONGs que trabajan con distintas problemáticas.

Mi sueño es que Proyecto Agua Segura aporte lo más posible al desarrollo de las comunidades, y en eso trabajamos.

Conocé más sobre este proyecto en www.aguasegura.com.ar

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