Formada por Beto Dentoni (batería), Lucía Solís (saxo), Leslie Luciano (saxo), Rafaela Lamagni (acordeón), Martín Ricciuti (bajo) y Cándida Corral (voz), Racabelú comenzó hace aproximadamente algunos años y hoy pisa fuerte en cada lugar donde se presentan.
Sus inicios como grupo musical fue algo que empezó “casi sin querer”, que de a poco se fue consumando hasta llegar a lo que hoy es. Afortunadamente, se puede decir que el proyecto, que al comienzo no tenía un rumbo determinado, con el tiempo empezó a dar importantes frutos.
Poco a poco los chicos decidieron perfeccionarse más, unirse como banda. Su amistad ya estaba consolidada hacía un tiempo, pero Racabelú tomó fuerza cuando se dieron cuenta de que a la gente le gustaba mucho su estilo musical, y la cosa se fue poniendo más seria.
En esta nota, Rafael Lamagni, acordeonista de Racabelú, nos cuenta un poco más sobre la banda que lleva altas dosis de color y ritmo a cada lugar que visita.
¿Cómo los fue encontrando la vida para comenzar a tocar juntos?
Con Beto y Luli, que fue con quienes empezamos este proyecto, hará unos cinco años que nos conocemos. Los tres éramos parte de la murga “Qué más querés” de la ciudad. Ahí nos encontramos y empezamos con Racabelú “casi sin querer”.
Todo comenzó cuando mi hermano me invitó a tocar en un evento. Como nosotros éramos parte de la murga, estaba la idea de tocar con ellos o ver la posibilidad de hacer otra cosa. Me invitó para que toque el acordeón, porque luego pensamos que si íbamos con la murga iba a ser mucho el ruido para ese evento.
Me enteré de que Beto tocaba la batería, entonces le pregunté si me acompañaba a tocar con el acordeón. Y luego apareció Luli, que con ella tocamos en un casamiento juntos, así que le pregunté si se copaba también, y así surgió.
Lo que hicimos fue tocar unos temas que yo sabía con el acordeón y le pusimos batería y pandereta y los acompañamos con dos temas que Luli sabía con el saxo. Esa fue la primera vez que tocamos.
Después de pasar por varios estilos, se decidieron por la música balcánica. ¿Qué los llevó a elegir este ritmo?
Como los temas generalmente son para acordeón, más que elegir un estilo fue hacer en banda temas que yo traía con el acordeón. Después se fue dando ese ritmo «fiestero” y apuntamos para ese lado.
Habíamos pensado en hacer una banda, pero no sabíamos si hacer una de cumbia tradicional o de este estilo. Incluso habíamos hecho una formación de cumbia para tocar en un carnaval de Rafaela. Luego nos decidimos a apuntar para este lado, a la música balcánica, música europea.
Empezamos jugando para disfrutar y pasar el rato. Después de eso pasó un tiempo y nos llamaron de Jauss para tocar en un cumpleaños, y ahí fue cuando decidimos armar una banda definitiva.
Las primeras veces no hacíamos arreglos con el saxo, solo acompañábamos con la pandereta y con el saxo hacíamos otros temas. Decidimos unir todo: saxo, acordeón, batería, y llamamos a una amiga para que venga a tocar la pandereta y a cantar.
Fue una gran decisión encarar por este lado. A nosotros nos divierte, además como estaba la opción de hacer cumbia tradicional optamos por hacer las dos. Nuestro show tiene dos partes, la primera de música balcánica y la segunda terminamos con cumbia, hacemos las dos cosas que nos gusta y para el público son dos géneros distintos pero bailables.
Se han presentado en varios lugares, ¿qué nos pueden decir de la respuesta de la gente cuando los ven hacer lo que les gusta?
En Jauss fue la primera fecha y a la gente le gustó. Desde ahí nos llamaron a tocar en muchos lugares, realmente tuvimos suerte. Ese verano habremos tocado todos los fines de semana. No sé si apuntábamos a eso, pero se fue dando y cada vez le metimos más laburo a los temas.
Nos pasa mucho que en algunos shows sentimos que tendríamos que sentir con la parte balcánica porque les gusta mucho ese estilo, y en otro público nos pasa al revés, cuando empieza la cumbia se enloquecen todos. La gente que nos conoce prácticamente va para saltar con los primeros temas de la música europea.
Nos hemos presentado en casi todos los lugares culturales de Rafaela, para la Municipalidad también en algunos eventos. Tocamos en un restaurante de Susana y en la fiesta del pueblo. También estuvimos en San Francisco, en un bar y en el carnaval.
Hay gente que nos sigue de alguna manera, cuando van ellos es una fiesta. Los que recién nos ven no entienden mucho si se baila o si solo se escucha, pero los que nos conocen van a bailar, nos encanta que pase eso.
¿Tienen planes para tocar en lo que resta de este año?
Todavía no tenemos planes, tenemos muchas cosas por hacer porque la mayoría vivimos en Rosario, tenemos proyectos aparte. No tenemos algo fijo, tocamos cuando surge. Hace poco, por ejemplo, surgieron cuatro fechas juntas, entonces nos pusimos a ensayar un poco y tocamos.
No tenemos esa dinámica de banda para ensayar todas las semanas, sino que nos llaman y tocamos, es lo que se va dando.
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Facebook: Racabelú. Los Hijos de Silveria
Foto de portada: Mario Liotta/ Estudio