Por Cecilia Echarri
Muchas veces escuchamos decir que si no cambiamos nuestra manera de obrar con el medio ambiente, en poco tiempo la Tierra va a desaparecer, y con ella, nosotros también.
Y lamentablemente es así. Por eso debemos tomar conciencia y empezar a cambiar nuestros hábitos, antes de que sea tarde.
El cambio comienza por uno mismo
La conciencia ecológica empieza desde casa y luego genera un efecto contagio tan grande, que podemos llegar a revertir el pensamiento de miles de personas más.
Con el solo hecho de no arrojar basura en los espacios públicos, separar lo que consumimos y disminuir el uso de automóviles, estamos generando un gran alivio a nuestro planeta.
No tenemos que esperar a que el gobierno aplique medidas ecológicas, ni a que nuestro vecino tome conciencia, empecemos a mirar cómo somos nosotros con nuestro planeta y a cambiar aquello que sabemos que hace daño.
Por eso, si querés cambiar el mundo, recordá que ese cambio empieza por vos.
Cada cosa en su lugar
En la mayoría de las ciudades de nuestro país, los gobiernos se encargan de llevar adelante la división de residuos en recuperables y biodegradables. Así que si esto está sucediendo en tu ciudad y todavía no le dedicás tiempo a la separación de tu basura, te contamos cómo hacerlo.
Residuos recuperables: plástico, papel, cartón, vidrio, metal, tela, telgopor, nylon. Es fundamental que antes de arrojarlo al tacho correspondiente lo laves y seques para que no contamine los demás residuos y, además, para aliviarle el trabajo a quienes se encargan de recuperar estos materiales para luego poder venderlos.
Residuos orgánicos: comida, papel de servilleta, algodón, toallitas femeninas, plásticos sucios, vidrios rotos como lámparas led, de bajo consumo y espejos.
Es necesario respetar los días en que pasa la recolección y no sacar las bolsas cuando se nos ocurre.
En Rafaela existe una aplicación para celulares que funciona como recordatorio al momento de sacar los residuos a la vía pública. Se llama ¿Hoy qué saco? y podés descargarla acá
Reducir el consumo
Esto se logra, por ejemplo, evitando la compra de bolsas de plástico, que generan un alto impacto en el medio ambiente. Podés optar por ir al super con tu bolsa ecológica o el carrito de tela en caso de que tengas mucho para cargar. Con el tiempo, vas a ver cómo se reduce la cantidad de bolsas plásticas en tu casa que muchas veces no entran en el cajón.
También podés elegir consumir bebidas en envases retornables, en caso de que que haya. Así evitarás tirar botellas de plástico o de vidrio, sacándole un peso de encima al planeta.
Si en tu oficina imprimen muchos papeles como borradores, tratá de reutilizarlos del otro lado para aprovechar la misma hoja y reducir la cantidad de papel.
Las ventajas de hacer “compost”
Se trata de convertir la basura en tierra fértil, y eso es posible.
Como sociedad, tiramos por día miles de toneladas de basura que no se recupera y que solo daña a la naturaleza. Pero hay una buena forma de que esos residuos orgánicos se transformen en abono para la tierra y podamos usarlo para nuestras plantas.
Para hacer tu propio compost, podés utilizar un recipiente con respiradero (macetas, envases plásticos) o bien, desechar los residuos directamente en un pozo cavado en la tierra.
Allí podés incluir restos de frutas y verduras, saquitos de té y café, cáscaras de huevo, hojas secas, ramas y pedazos de madera.
Si necesitás saber más acerca de esta técnica, podés ingresar a http://www.redcompostaje.org.ar/informacion y conocer todos los beneficios del compost.
El aceite vegetal también se recicla
Generalmente, el aceite de cocina una vez utilizado es arrojado a la bacha o al inodoro del baño, contaminando así miles de litros de agua por día, quedando pegado en cañerias y quitando la capacidad de transporte.
Lo bueno es que existe una manera de poder reciclarlo, permitiendo dos ventajas para el medio ambiente. Por un lado, se reduce la contaminación del agua y por otro, se comercializa para ser transformado en biodiesel y luego poder producir energía.
En Rafaela existe el Punto Verde Móvil, donde, además del aceite vegetal, podés llevar los residuos especiales que no se dividen en orgánicos y recuperables. Hacé click acá y enterate por donde va a estar el camión hasta fin de año.
Si empezamos a cambiar nuestros propios hábitos, vamos a contagiar a mucha gente que todavía no es consciente del impacto que producimos en la Tierra, y con el tiempo las temperaturas altas y bajas van a volver a su normalidad, permitiéndonos respirar mejor oxígeno y evitando que nos enfermemos tan seguido como está sucediendo en estos últimos tiempos.
Y vos, ¿qué estás haciendo para cambiar el mundo?