Silvia es la clara síntesis de la mixtura musical argentina, su capacidad de abrevar en múltiples ritmos e influencias han hecho de ella un estilo en sí mismo, difícil de clasificar. Es emocional, sensible, pasional y comprometida. En ella conviven dentro de su repertorio temático amorosas, como de hondo compromiso social, de exilios, de búsqueda y de acción, recreadas en historias, cuyas letras bien podrían abstraerse de música y ser leídas como poemas de valiosa cuantía
Fue integrante de Brujas la primera banda de heavy metal conformada por mujeres. Además, compartió escenario con León Gieco, Teresa Parodi, La Renga, Eruca Sativa, Hilda Lizarazu, entre otros. Fue guitarrista de Edelmiro Molinari y Alejandro Medina e integró. Mujertrova.
La cantautora, multiinstrumentista, guitarrista y productora musical realizó durante 2020 el lanzamiento de tres singles que integrarán lo que será su nuevo album. «Todo lo que sé», «A Contramano» y «Blues del Adiós» son los nombres de los singles que recorren variedad de temáticas bajo su personal sello musical.
«Este disco va a tener una impronta rockera; Todo lo que sé es un reggae con una mirada serena del amor; A Contramano refiere a historias de vida que me han tocado muy de cerca, personas que a pesar de tener circunstancias muy desfavorables desarrollan lo que más les gusta, porque no solo tiene que ver con eso, sino con salir adelante a pesar de ser estigmatizados socialmente; y en el Blues del Adiós me inspire en esos seres queridos que están partiendo y debemos aprender a acompañarlos», explica Silvia.
Hablamos con ella sobre sus primeros encuentros con la música, su experiencia en Europa y sus descubrimientos durante la cuarentena, y esto fue lo que nos dijo.
¿Quién es Silvia Gers?
Silvia Gers es una obrera de la música. Idealista, soñadora, que respira música. Es atrevida, arriesgada, y cero conformista. Siempre va por más, le gusta aprender, y tiene muy claro que el arte en general, es una herramienta transformadora y de reflexión, y por ello se toma muy en serio esta profesión.
¿En qué momento te encontraste fuertemente con la música?
Es tan difícil poder nombrarte un momento crucial en mi vida con respecto a la música, porque siempre estuve conectada a ella. Desde el vientre de mi madre (ella era cantante y mi padre guitarrista), que percibo de manera inconsciente ese universo, y desde entonces nunca se cortó. Me llevaban a sus actuaciones e incluso yo a los 6 años ya tocaba la bandurria (un instrumento que se utiliza mucho en el folklore de las Islas Canarias) y a los 12 años ya era subdirectora de la rondalla. De modo que no hay un momento especial, toda mi vida estuvo atravesada por un sentimiento de pertenencia en la música.
Si bien tus canciones pasan por diversos géneros y estilos, ¿con cuál de todos te sentís más cómoda, como quién dice «en tu salsa»?
Uff! Siendo tan ecléctica mi música es difícil decirte con cual me siento más cómoda, pero digamos que como guitarrista me divierto y disfruto mucho más cuando toco rock porque dejo que los dedos vuelen sobre el diapasón de la guitarra sin pensar, como si les abriera el patio para que salgan a jugar. Y en cuanto a la voz me moviliza más cantar un blues o una balada, por el tipo de expresividad que me genera ya que me permite cierta introspección en mis fibras más internas.
A principios de los 2000 decidiste ir a probar suerte al viejo continente. ¿Qué te dejó esa experiencia?
Fue una experiencia única, porque me di cuenta del valor comunicacional universal que tiene la música. Si bien fui a un país hispano, tenemos distintos modos de expresar algunas cuestiones cotidianas y telúricas, pero cuando la canción le llega al espectador, es el mismo sentir. Ahí no existen las fronteras.
Incluso, me termine quedando 3 años, girando por toda España, y pude crear hermosos lazos, tanto es así que a pesar de haber regresado aquí, a finales del 2005, el año pasado volví a girar por el viejo continente y tuve muy buena repercusión en los medios y una excelente respuesta del público.
Imagino que durante este tiempo de cuarentena fue un importante reencuentro con vos misma y tu música. ¿Qué cambios sentís que hiciste dentro de tu faceta artística? ¿Cuál fue tu descubrimiento más interesante?
Mis cambios en cuanto a mi faceta artística fue la de realizar conciertos a través de Facebook Live e Instagram. Me encantó encontrarme con el público en un espacio en el que solo utilizaba a manera de promoción, en cambio esto fue nuevo para mí, saber que los estaba acompañando mientras merendaban, o se tomaban una cervecita. Porque aparte me lo hacían saber con sus mensajes. Es algo muy lindo, ya que de no haber estado en cuarentena ni se me habría cruzado la idea de realizarlos a través de las plataformas digitales, de modo que se generó un ida y vuelta maravilloso, que sigo sosteniendo aún.
Y otro descubrimiento que me ayudó a crecer más en mi faceta de productora, fue ponerme al día con mi estudio de grabación (pequeño) en el cual pude terminar de grabar las voces de A Contramano y el Blues del Adiós.
Si bien el futuro es incierto y nadie puede asegurar lo que va a pasar en los próximos meses, ¿qué planes hay en la vida de Sil?
Bueno, el primero y fundamental es terminar de grabar el disco, me quedaron pendiente la grabación de las bases de 5 temas, hacer toda la producción de fotos para el mismo y luego la presentación oficial. También retomar la gira por España, que iba a realizar en el mes de mayo, y que tuve que parar a raíz de la pandemia. Así que esos son los planes inmediatos.
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