Este sábado llega la primera edición de TEDxRafaela, el reconocido ciclo de charlas que repercute en miles de ciudades a nivel mundial y a través del cual se busca generar algo en el accionar de sus oyentes.
Bajo el lema «Tiempo de acción», TEDxRafaela propone tomar consciencia de la sociedad en la que vivimos y lo hará mediante seis exposiciones basadas en la salud, el bienestar, el liderazgo y el aprendizaje.
Después de presentar a Fabiana y Daniela que disertarán sobre Lengua de Señas Argentina, a Rodolfo Arancibia sobre la Imaginación y a Rodolfo Galloni en el ámbito del liderazgo empresarial, llega el turno de contarles sobre Joaquín Gandolfo.
Joaquín cree que como sociedad pensamos viejo y repetimos patrones que ya no sirven. Piensa que debemos innovar en nuestra forma de encarar el futuro, diseñándolo sin mirar hacia atrás.
Nos contactamos con él, y esto fue lo que nos contó…
¿Quién es Joaquín Gandolfo?
Soy de Rafaela, Profesor de Biología y Licenciado en Tecnología Educativa. Trabajo en escuelas secundarias como docente y en Itec Rafaela como Director Académico. Hace muchos años que me interesa la educación y trato de entender los procesos que producen innovaciones reales en los modos de enseñar. Contrariamente a lo que muchos piensan, esas innovaciones no siempre van ligadas a tecnologías digitales e informáticas en el sentido más duro.
¿Cómo llegaste a TEDxRafaela?
Los chicos que organizan TEDxRafaela, me entrevistaron y me propusieron hablar sobre algún tema que me apasionara, ese fue el desafío. Sabía que tenía que hablar sobre docencia, pero había muchos tópicos que me interesaban; lo difícil fue elegir uno. Uno que no solo fuera de interés para aquellos que nos apasiona esta profesión, sino que permitiera a muchos reflexionar sobre su vida cotidiana en relación a sus educaciones.
Aprender es tu forma de vida…Contanos cómo lo llevás adelante
Desde que tengo memoria participo en instituciones educativas. Obviamente, primero como alumno, luego como voluntario y finalmente como docente. Nunca dejé de estudiar, no solo porque me interesa el conocimiento en sí, sino porque además ser docente implica un esfuerzo constante por comprender la complejidad de las problemáticas que contiene un aula.
La docencia tiene desafíos que van mucho más allá del conocimiento específico que uno pueda poner en relieve desde su disciplina. Estamos atravesados por muchas problemáticas socioculturales que paulatinamente fueron buscando un lugar para expresarse, y ese lugar es la escuela.
Actualmente estoy haciendo un Doctorado en Educación, una etapa de formación que sin dudas pone en perspectiva todo el conocimiento sabido anterior. Pero también considero que no todo el conocimiento está en cursar nuevas carreras y tener nuevos títulos. Hay muchos aprendizajes que uno hace de la mano de colegas, directivos, incluso de las propias vivencias en el aula con alumnos. El desafío más cotidiano de alguien que vive de enseñar es aprender todo el tiempo.
La docencia tiene desafíos que van mucho más allá del conocimiento específico que uno pueda poner en relieve desde su disciplina.
Uno de tus cuestionamientos más grandes es que como sociedad pensamos viejo y que existe una repetición de viejos patrones que impiden mirar al futuro, para lo cual proponés tener en cuenta un pensamiento innovador que nos permita dejar atrás las viejas creencias. ¿Cuál crees que es la salida para romper con lo viejo, lo obsoleto?
Educar es muchas veces provocar un cambio conceptual. Es mostrar que determinadas formas de pensamiento que surgen espontáneamente tienen falencias para poder explicar la realidad. En algún momento dejamos de pensar que el sol se movía en torno a la tierra y comprendimos parte del mundo que nos rodea con mayor precisión. Si nos preguntan rápido qué pesa más, un kilo de plomo o de plumas, nos vemos tentados a elegir la respuesta errónea. Esto es más común y extendido de lo que creemos; nuestras mentes, curiosas por naturaleza, están acostumbradas a buscar siempre una respuesta, al menos una que nos satisfaga en el corto plazo. Pero no la cuestionamos profundamente, no tenemos ese ejercicio filosófico incorporado, y a veces aceptamos ideas que son falibles.
Las ideas también se construyen de manera situada, es decir, ligadas a los contextos. El problema surge porque el mundo cambia, se complejiza, se hace más competitivo, los recursos son cada vez más valiosos y escasos. En ese panorama es necesario una preparación que exige desechar esquemas de pensamiento que fueron útiles en un contexto diferente y ya no lo son, porque las condiciones cambiaron. Daniel Pink en uno de sus libros habla de un cambio de era, ligado a los esquemas de pensamiento que son necesarios bajo las nuevas condiciones laborales mundiales.
«Nuestras mentes, curiosas por naturaleza, están acostumbradas a buscar siempre una respuesta, al menos una que nos satisfaga en el corto plazo».
En el pasado, el hemisferio izquierdo manejaba la lógica, la secuencia, la literalidad y el análisis, que eran habilidades fundamentales y suficientes para alcanzar un éxito profesional y en la vida en general. Hoy dependemos de habilidades más escasas que tienen que ver con el cerebro derecho como la capacidad de síntesis, la expresión emocional, el contexto y el panorama general. Y más complejo aún, ambas formas de pensamiento, equilibradamente combinadas.
Es por esto, en principio, que es necesario revisar nuestros esquemas de pensamiento, desnaturalizar aquellas ideas que operan inconscientemente sin que sepamos sus razones o fundamentos porque, detrás de cada decisión, estos modos de pensar condicionan nuestros éxitos cotidianos y a largo plazo. Hoy enseñamos basándonos en pensamiento computacional, en educación emocional, alfabetizando científica y tecnológicamente a las personas, porque los escenarios futuros dejarán al margen a aquellos que no puedan alcanzar estas habilidades. Hablamos de nuevas brechas, de nuevas alfabetizaciones, de nuevas estrategias de pensamiento. En educación trabajamos sobre la desnaturalización, que es revelar bajo qué circunstancias se crearon ciertos esquemas de pensamiento, que sin cuestionar creemos ciertos (aunque no lo son) y en desaprender, que implica detectar conceptos erróneos y reemplazarlos en nuestros esquemas mentales por otros más válidos y funcionales. Tarea compleja que muchas veces como humanos nos provoca duelo y crisis.
«Es necesario revisar nuestros esquemas de pensamiento».
Pero si no logramos cambiar esas ideas, repetiremos las conductas y difícilmente podamos alcanzar los cambios que deseamos. Si pensamos en futuro, pensamos en una situación mejor a la actual, no igual, por eso necesitamos cambiar y mejorar.