Mientras recorríamos las calles de Cholula, el pueblo mágico de las mil iglesias, nos enteramos de un lugarcito con aires europeos y medievales a solo media hora de este histórico lugar mexicano.
Su nombre es Val´Quirico y abrió en 2015 al público como un espacio meramente turístico. Es un lugar que combina la cultura mexicana con la arquitectura italiana del medioevo, donde convive una gran variedad de opciones gastronómicas para todos los gustos y de diferentes nacionalidades. Hasta encontramos restaurantes y parrillas argentinas!
Así que, sin dudarlo, empezamos a investigar cómo llegar hasta allí y qué hacer en un día para aprovechar la visita.
Cómo llegar
Depende del lugar en que te encuentres. Si estás en la CDMX, debes que tomar la autopista México-Puebla y desviarte en la salida a Xoxtla. 1.5 km después encontrarás la entrada a Val’Quirico a mano izquierda.
Si estás en Puebla o Cholula, toma la autopista México-Puebla y toma la salida hacia San Miguel Xoxtla, sigue derecho y gira hacia Santa Agueda. Son alrededor de 23 kilómetros de viaje.
En autobús: toma un autobús en la terminal CAPI hacia Xoxtla y toma una combi a Nativitas. Al subirte, dile al chofer que vas a Val’Quirico.
También podés contratar un Uber (alrededor de $130 mexicanos) o un taxi ($200).
Nosotros lo hicimos desde Cholula por un valor de $80 mexicanos en Uber.
Para la vuelta, podés pedirlo con anticipación un rato antes de que sepas que vas a volver, ya que tanto los Uber como los taxis viajan desde Cholula o pueblos cercanos hasta Val´Quirico y tardan un ratito en llegar.
Qué hacer
Lo más lindo de todo es que es un pueblo peatonal, solo se puede recorrer caminando o rentando alguna bici. Pero el ambiente es tan cálido y acogedor, que no te darás cuenta cuanto tiempo llevas de recorrido.
El pueblito se divide en diferentes barrios, y en cada uno vas a encontrar distintas propuestas gastronómicas que te trasladarán a la Toscana en cuestiones de segundos.
Barcitos, cafeterías y restaurantes hacen de Val’Quirico un lugar para pasear y disfrutar del arte del buen comer. Si bien lo precios son un poco altos en comparación a la Ciudad de México, vale la pena sentarse a degustar algún café de la casa o un plato gourmet en alguno de sus spots, y contemplar el pueblito como si estarías en Europa.
También hay tiendas de artesanías y casas de sombreros con productos mexicanos increíbles para llevarse de recuerdo. Allí encontramos los sombreros más lindos y delicados de todos los lugares que recorrimos en México, y a precios super accesibles (a partir de los $400 mexicanos, $20 dólares)
Si estás con ganas de pasar la noche, hay algunos hoteles boutique donde podés hacerlo. Eso sí, tené en cuenta que debes reservar con anticipación porque hay muchísimo turismo y hay pocas plazas disponibles.