“¿Estamos haciendo lo que realmente nos apasiona?” Fue una de las preguntas que empezó a dar vueltas por las cabezas de estos jóvenes, mientras ella cursaba la carrera de Ciencia Política y él atendía su propio hostel, donde veía pasar cada día a viajeros de todas partes del mundo.
Fue así como un buen día, Julia y Nachi tomaron coraje, armaron sus mochilas y fueron en busca de su sueño. Hoy se convirtieron en los viajeros de Un Viaje de Ida y te lo contamos todo en esta emocionante nota.
¿Cómo surge la idea de viajar por el mundo?
Bueno, viajar era algo que los dos teníamos bien claro antes de conocernos. Yo (Julia) me fui a vivir y a estudiar Ciencia Política a Rosario a mis 18 años y quería viajar cuando termine la carrera, y eso era todo lo que sabía. Nachi tiene un hostel desde hace 15 años, y esto de tener un hostel es también un deseo de viajar, ¿no?. ¡¿A quién se le ocurre ponerse un hostel si no te gustan los viajes?!
Así que él también quería viajar sin fecha de regreso y vivía todos sus días conociendo gente que se había animado a hacerlo. Y bueno, tuvimos que posponerlo un poco. Yo no quería dejar la carrera a la mitad, y él tenía un negocio que atender. Además, para él fue más difícil, porque tiene algunos años más que yo y ya su entorno esperaba hijos cuando decidió contar que por el momento lo que había eran planes de viajes.
Nuestro gran sueño era hacer el viaje por tierra hasta Estados Unidos, y fue lo que planeamos por casi 1 año, pero necesitábamos que se den algunas cosas y las ganas de salir no podían esperar. Así que presenté mi tesis el 13 de mayo y ya teníamos pasaje a Italia para el 25. La verdad es que del viaje sabíamos poco y nada. La idea era un año, pero ahora nos recuerdo diciéndonos que mejor no respondamos eso cuando nos pregunten, porque quizás a los dos meses estábamos de vuelta. Y ese era el nivel de incertidumbre, ¡pero qué linda incertidumbre!
Salimos de casa el 25 de mayo de 2016 y por ahora no volvimos (¡aunque extrañamos mucho!), así que ya se cumplirán dos años de viaje.
Ya conocieron gran parte del mundo, visitando los 5 continentes. ¿Qué lugar es el que más recuerdan hasta el momento? ¿Qué pasó ahí que no pueden olvidar?
Cuál es el lugar que más nos gustó hasta el momento es una pregunta que nos hacen mucho y que nos cuesta más todavía responder. Pero como esta vez la pregunta no es qué lugar nos gustó más, sino cuál recordamos más, podríamos decir con bastante certeza que fue Marruecos. Quizás porque fue el primer lugar que puso en jaque nuestra comodidad. Veníamos de 3 meses en Europa, donde todo lo que había para decir era ¨qué lindo esto, qué lindo aquello”, y cruzar a Marruecos fue un cambio tremendo. Los primeros tres días los pasamos en una ciudad no turística y se conjugaron algunas circunstancias para poder decir que fue muy difícil, (tanto que yo, que fui la que más quería visitar ese país, casi me arrepiento).
Nos quedamos en un “hotel¨ que tenía una especie de convenio con la cárcel local y quienes terminaban su condena iban a parar unos días ahí. La medina era muy oscura, estaba llena de militares con unas armas bastante grandecitas (después nos enteramos de que era porque el Rey estaba en la ciudad). Nadie hablaba inglés y ni los restaurantes tenían algún menú que pudiéramos entender. No había mujeres en ningún bar y me desnudaban con las miradas, aunque iba toda tapada, a pesar de los casi 40 grados.
Pero entonces supimos que también era eso lo que salimos a buscar: descubrir, desafiarnos, salir de la comodidad, aprender y crecer. Al final estuvimos un mes recorriendo Marruecos, y nos fascinamos. Es uno de los lugares que más nos costó dejar atrás, porque es un caos hermoso, porque es sonrisas por todos lados, porque en Marruecos se experimentan todas las sensaciones juntas. Es una locura, pero una hermosa locura.
Pero entonces supimos que también era eso lo que salimos a buscar: descubrir, desafiarnos, salir de la comodidad, aprender y crecer.
Dejarlo todo y empezar a viajar sin fecha de regreso es algo que muchos quisiéramos hacer. ¿Qué les dirían a esos soñadores que necesitan un empujoncito para lanzarse a la aventura?
Les preguntaría cuán felices los está haciendo esa cotidianidad que quieren, pero no pueden soltar y, como ya sé la respuesta, les diría que suelten los prejuicios y se animen a vivirlo, porque viajar es la forma más hermosa de aprender, de crecer y de vivir. Viajar sin fecha de regreso es un viaje de ida, y no por lo literal de la frase, sino porque jamás volveremos a ser los mismos. Les diría que nosotros estuvimos en esa misma situación, compartimos los mismos miedos y tuvimos las mismas respuestas por parte de mucha gente que no puede entender este sueño. Les diría también que hay una sola cosa que compartimos con todas las personas que nos cruzamos en este tiempo: la certeza de haber tomado la mejor decisión de nuestras vidas.
Viajar es la forma más hermosa de aprender, de crecer y de vivir.
¿Por dónde están en estos momentos? ¿Cuáles son los próximos destinos?
Estamos en Sydney, Australia, después de 9 meses recorriendo el Sudeste Asiático, y nos quedaremos un tiempito por estos lados. Los próximos destinos nunca los sabemos con seguridad. Queremos conocer Mongolia y hacer el transiberiano hasta llegar a Russia, donde cumpliríamos nuestro sueño de ver un mundial. Estamos a la espera de varias cosas que se tienen que dar, pero con toda la fe en que ahí estaremos. Y sino… ¡tenemos una lista interminable de lugares a los que queremos ir!
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